jueves, 24 de junio de 2010

75 años sin Carlos Gardel



Un 24 de junio de 1935, Carlos Gardel dejó este mundo en medio de un trágico accidente aéreo en el aeropuerto de la ciudad colombiana de Medellín.

Atrás quedaron sus canciones, su voz de zorzal, su pinta y su fama, sus admiradores y sus amores. Muerto Gardel comenzó la leyenda del "Morocho del Abasto"; su vida y su obra se volvieron objeto de estudio.

A 75 años de su partida, Gardel tiene un lugar privilegiado en su Buenos Aires querido.

Tiene varios homenajes y recordatorios: Un pasaje peatonal cercano al Abasto lleva su nombre; en dicho pasaje hay una estatua que lo homenajea.




Además, el Museo Carlos Gardel es la meca para todo aquel que quiera saber más sobre la vida y obra del cantante. Ubicado en la calle Jean Jaurés 735, abre lunes, miércoles, jueves y viernes de 11 a 18 hs., y sábados, domingos y feriados de 10 a 19 hs. La entrada cuesta $1, excepto los miércoles, que es gratis.



La Línea B de la red de subtes tiene una estación debajo del Abasto inaugurada en 1930; su nombre original, Agüero, fue cambiado por Carlos Gardel.



Y su tumba, ubicada en el Cementerio de la Chacarita, es una visita obligatoria, tanto para los amantes del tango como para el público en general.



Y ahora, su homenaje en papel y tinta.

El morocho del Abasto fue representado en una historieta de Lúpin el piloto, la eterna creación de Guillermo Guerrero, de quien se cumple un año de su fallecimiento pasado mañana. "Un recuerdo para el ídolo" apareció originalmente en la revista Lúpin n° 235, en junio de 1985, con motivo del cincuentenario de la partida de Gardel.

La historieta que van a leer corresponde a su reedición, en Lúpin n° 429, de junio de 2001. Y así como el Zorzal canta cada día mejor, Guerrero, de cuya partida hará un año... dibuja cada día mejor.



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