lunes, 7 de enero de 2013

¡Felices 90 años, Dobal!



Hoy es un día de felicidad para los amantes de la historieta nacional y clásica, ya que Felipe Miguel Ángel Dobal, destacado dibujante y humorista argentino, está cumpliendo 90 años de edad.

Nacido en 1923, tomó los lápices a los 16 años, y desde ahí no paró. Tras conocer a Lino Palacio desplegó todo su talento en la revista Don Fulgencio, y luego pasó a tener varios trabajos contemporáneos en diversos diarios argentinos, entre ellos La Razón, donde dibujó El detalle que faltaba, una tira que se publicó en dicho vespertino entre 1958 y 1985, o sea 27 años.

Pero su trabajo de mayor permanencia en los medios gráficos fue en Clarín con De la crónica diaria, una viñeta apaisada que reflejaba la actualidad política, económica y social del país. Se publicó ininterrumpidamente y sin repeticiones entre el 14 de abril de 1958 y el 6 de septiembre de 2003, ¡45 años y medio en un mismo diario! Récord que no fue superado por ninguna otra tira del Gran Diario Argentino.

Además, cabe destacar que en 1973 fue la única tira diaria que le dio la bienvenida a la camada de humoristas y dibujantes que anidaron en la contratapa del diario, compartiendo papel con Fontanarrosa, Caloi, Sendra, Ian, Rivero; Bróccoli, Viuti, Trillo, García Seijas, Tabaré, Crist y muchos grandes del 9no. arte.


A continuación, y para hacer un poco de historia, les dejo dos artículos que transcribí de Clarín, donde se da fe de su intachable trayectoria. El primero corresponde al día 14 de abril de 2003, cuando Dobal cumplía 45 años en el diario:



PUBLICO POR PRIMERA VEZ EL 14 DE ABRIL DE 1958

Los dibujos de Dobal cumplen 45 años en Clarín


No hubo ni un solo día desde el 14 de abril de 1958 en que los lectores de Clarín se hayan quedado sin disfrutar de los "recuadros de actualidad" de Dobal. El primer dibujo salió en la tapa de la entonces Segunda Sección: había un juego de palabras con el término "combinado", que en aquella época le cabía tanto a un tocadiscos con radio como a un seleccionado de fútbol. Y luego, el equipo argentino haría un mal papel en el Mundial de Suecia.

Pasaron 45 años desde aquel día, y los dibujos de Dobal continúan en la contratapa de Clarín bajo el título De la crónica diaria. "Recuerdo que cuando entré, ningún diario tenía dibujantes de actualidad. Había otros, muy importantes, pero dibujaban en revistas", recuerda.

Felipe Miguel Angel Dobal tiene 80 años, 6 hijos y 17 nietos. "Pero en camino vienen otro nieto y un bisnieto", dice orgulloso el dibujante. Y la aclaración lo lleva a reflexionar sobre el paso del tiempo y los adelantos tecnológicos: "Mi hijo Juan Pablo, que es pianista, vive en Amsterdam. Yo hablo con él todas las mañanas a las seis y cuarto, cuando me levanto. Y siempre me dice: Qué lindo dibujo que hiciste hoy, papá. Es que lo ve por Internet antes de que yo llegue a buscar el diario de papel al porche de mi casa".

Dobal cuenta que comenzaba abril del 58 cuando tomó tres de sus dibujos y los llevó a la redacción de Clarín, que entonces estaba en Moreno al 800. "Me acuerdo que a los días volví para ver qué había pasado y me dijeron que al jefe de diagramadores, Guevara, le habían gustado mucho. Así que me dijeron que empezaba el 14. Fue una gran emoción para mí".

Asegura que promediando el segundo año de trabajo lo llamaron del diario El Mundo para que comenzara a dibujar allí. "Pero yo dije que no. Y cuando se enteró el doctor Roberto Noble, fundador de Clarín, me agradeció por la decisión que había tomado al quedarme", dice Dobal.

El hombre que nació en Puán, provincia de Buenos Aires, se hizo famoso con sus dibujos de Clarín, pero ya había empezado a publicar cuando tenía 16 años. Fue en El Atlántico, un diario de Bahía Blanca, donde hizo humor deportivo y reconstrucción de hechos policiales. A los 22 comenzó a trabajar en la revista Don Fulgencio, que dirigía Lino Palacio. Además, durante 27 años publicó El detalle que faltaba en La Razón, donde también salía otra de sus creaciones: Dramas Clasificados.

Dobal, que vive con su esposa, Elsa Contreras, en Temperley, cuenta que siempre se le ocurren cosas para dibujar. "Me levanto, leo los diarios y ahí me pregunto qué hago y cómo lo hago. Y enseguida surge una idea".

A la hora de hacer un balance, Dobal asegura que siente un "gran amor" por el diario: "Y lo más importante es el afecto que recibo cuando voy a la redacción, que me saludan con cariño, porque a esta edad lo que uno necesita es afecto".




Y el segundo, del 6 de septiembre de 2003, cuando se anunció el final de la tira:



TERMINA "DE LA CRONICA DIARIA"

El humor de Dobal se despide de las contratapas


Hoy publica su último dibujo en Clarín, tras 45 años. Ahora se dedicará a nuevos proyectos.


Mariana Iglesias

Después de 45 años y cinco meses, los lectores de Clarín se despiden hoy de "los recuadros de actualidad" de Dobal. Su primer dibujo salió el 14 de abril de 1958 en la tapa de la entonces Segunda Sección, y desde ese momento no hubo ni un solo día en que este humorista no publicara sus trabajos en el diario. Los últimos años, siempre en la contratapa y bajo el título "De la crónica diaria". Su aguda mirada de la realidad traspasó décadas de cambios profundos y logró conservar la gracia, la frescura y, por qué no, cierto filo cuando resultó necesario. 

Felipe Miguel Angel Dobal tiene hoy 80 años, 6 hijos, 18 nietos y un bisnieto en camino. Más de la mitad de su vida pasó por la redacción de Clarín. Comenzaba abril del 58 cuando este hombre que nació en Puán, provincia de Buenos Aires, tomó tres de sus dibujos y se presentó en el diario, que en aquella época estaba en Moreno al 800.

"A los días me avisaron que mis dibujos habían gustado mucho, sobre todo al señor Guevara, que era el jefe de diagramadores. Y que me iban a dar trabajo. Fue una gran emoción. Recuerdo que, cuando entré, ningún diario tenía dibujantes de actualidad. Había otros muy importantes, pero todos trabajaban para revistas", cuenta Dobal.

Así, su primer dibujo para Clarín salió en la tapa de la Segunda Sección y la ilustración iba acompañada por un juego de palabras con el término "combinado", que en aquella época —corría el 58—, le cabía tanto a un tocadiscos con radio como a un seleccionado de fútbol. No hay que olvidarse que ese año se jugaba el Mundial en Suecia, donde el equipo argentino hizo un papelón histórico.

Dobal se hizo conocido por sus publicaciones en Clarín, pero su carrera de humorista gráfico había comenzado en la adolescencia. A los 16 años ya hacía chistes deportivos y reconstrucción de hechos policiales para "El Atlántico", un diario de Bahía Blanca. A los 22 comenzó en la revista "Don Fulgencio", que dirigía Lino Palacio. Además, durante 27 años publicó "El detalle que faltaba" en el diario La Razón, en el cual también salía otra de sus creaciones: "Dramas Clasificados".

Con tantos años de profesión, el humorista tuvo que ir adaptándose a los cambios no sólo políticos y sociales —tema de sus producciones— sino también tecnológicos, como que los diarios pasaran del blanco y negro al color, para nombrar tan sólo uno de los avances. Y él mismo cuenta una anécdota familiar que todavía no puede ni entender:

"Uno de mis hijos, Juan Pablo, es pianista y vive en Amsterdam, Holanda, desde hace años. Y resulta que ahora me llama todas las mañanas para decirme qué lindo dibujo publiqué. Porque él se levanta y lee todo el diario por Internet. Así que no sólo ve el dibujo sino que también lo imprime y además lo guarda", cuenta Dobal maravillado.

A la hora de hacer balances, Dobal se quiebra y, como puede, murmura que tiene "ganas de llorar". "Es que con tantos años debo ser el más antiguo del diario. Además, el afecto que recibo de la gente cada vez que voy a la redacción es muy fuerte. A mí me saludan desde los jefes hasta los cadetes. Y Clarín es una potencia, me dio mucho reconocimiento entre la gente", asegura el dibujante.

Dobal tampoco quiere dejar de resaltar su relación con el doctor Roberto Noble, fundador de Clarín. "Eramos muy amigos. Siempre me mostró su afecto y me distinguió mucho. Tengo miles de anécdotas con él, tantas que no sabría ni cómo empezar a contarlas", dice Dobal.

El hombre asegura que tiene muchos planes para su futuro: "Voy a retomar a Querubino, que es un personaje que creé en los 50 y va a ser el protagonista de una historieta. Y también tengo otros trabajos en suspenso que ahora voy a llevar a la práctica". Y antes de despedirse, Dobal agrega: "45 años y 5 meses es mucho tiempo. Voy a extrañar a los lectores, tanto como ellos a mí. Pero sepan que me llevo los mejores recuerdos".



Por último, unas cuantas tiras para rendirle homenaje, publicadas en Clarín el 1º de julio de 1999, 31 de diciembre de 1999, 2 de enero de 2000, 2 de enero de 2001 y 2 de enero de 2003, respectivamente:










¡Y que cumpla muchos más, maestro!