sábado, 22 de diciembre de 2012

75 años de Blancanieves y los Siete Enanos: Disolviendo un mito


Ayer fue un aniversario muy especial en el campo de la animación mundial, y eso de debe a que el 21 de diciembre de 1937, Walt Disney estrenó en el Carthay Circle Theater de Hollywood Blancanieves y los siete enanos, que pasó a la historia como el primer largometraje animado estadounidense, y el primero de los estudios Disney.

Pero a pesar de lo que se cree popularmente, NO FUE EL PRIMER LARGOMETRAJE ANIMADO DE LA HISTORIA, ya que ese honor le correspondió a El Apóstol, una película argentina dirigida por Quirino Cristiani y producida por Federico Valle, que fue estrenada en Buenos Aires el 9 de noviembre de 1917. Dicha película retrataba en forma satírica la gestión de gobierno del presidente Hipólito Yrigoyen.



Además Cristiani produjo una secuela, Peludópolis, que además tuvo el honor de ser el primer largometraje animado sonoro de la historia, sincronizándolo con un disco al tiempo que se proyectaba el film en la sala. Peludópolis fue estrenada en Buenos Aires el 18 de septiembre de 1931.



La tercera película que precedió a Blancanieves fue Le Avventure di Pinocchio, producción italiana dirigida por Umberto Spano, con la dirección técnica de Rómulo Bacchini y Raoul Verdini, y basada en la famosa novela de Carlo Collodi. Fue estrenada en Roma en 1936, apenas un año antes del éxito de Blancanieves y a sólo cuatro años de la versión de Disney.




Ahora, la creencia de que Blancanieves es la primera película animada se debe a que las tres mencionadas anteriormente no han llegado hasta nuestros días, debido a diversos incendios que han sufrido sus estudios. En el caso de las animaciones de Cristiani solo se han conservado algunos fotogramas y fondos de animación, pero con el tiempo su trabajo fue cayendo en el olvido. Por eso se cree, erróneamente, que la primera película animada argentina fue Mil inventos y un invento, que recién sería estrenada el 14 de septiembre de 1972, cuando en realidad es la segunda más antigua que se conserva (después de El mono relojero, también de Cristiani), y la primera realizada a color.

Imagen tomada del blog Fanas de García Ferré.


La idea de que Disney realizara un largometraje animado se debió a varios factores: en primer lugar, su producción de cortometrajes animados le trajo fama y fortuna, pero no le daba grandes ingresos y debía afrontar la competencia de los grandes estudios fílmicos de la época que hacían carrera con sus propios personajes, casi siempre dirigidos por ex-animadores de Disney: Warner Brothers con Merrie Melodies / Looney Tunes; Metro-Goldwyn-Mayer con sus Happy Harmonies. Por su parte, Fleisher Studios y Paramount Pictures representaban una seria competencia con las series de Betty Boop y Popeye el Marino, etc. Cabe destacar que en esos años Betty Boop protagonizó una excelente versión de Blancanieves, con la intervención musical de Cab Calloway, que hoy es considerada entre las mejores animaciones de todos los tiempos, rivalizando justamente con la versión de Disney.



Esto, sumado a los problemas económicos de la Gran Depresión lo llevaron a tener la misma iniciativa de los grandes actores de aquellos años, como Charlie Chaplin, Greta Garbo y los hermanos Marx, y pasó a querer desarrollar largometrajes a fin de poder contar historias más ambiciosas, imposibles de presentar en los cinco a nueve minutos de un corto común. También permitiría abaratar costos y ganar más tiempo de exhibición en los cines.

La realización de la película se prolongó durante el período 1934-1936, y hacia mediados de 1937 se realizó el trabajo de edición final, dejándola lista para su estreno. Este le abrió las puertas de la oportunidad a Disney de poder crecer con sus estudios, así como también el poder desarrollar nuevos largometrajes animados.

Y hoy, 75 años después y con 53 películas en su haber (la última de ellas, Frozen, en post producción), Blancanieves sigue siendo un ícono de la animación y del cine en general. Así que a modo de festejo, disfrutemos de unas imágenes que acompañaron a su remasterización para Blue-Ray en 2009.













sábado, 1 de diciembre de 2012

Tiburcio a la biblioteca: Batracio Ediciones


Imagen de la tapa de Tiburcio nº 1. Esta y las imágenes que siguen son copyright de sus autores y solo se suben a esta entrada a modo de propaganda gratuita y difusión.


Parece mentira, pero después de casi cuatro años de presencia dominical en las páginas de Viva, Tiburcio logró sacar un libro a la venta, a cargo de sus responsables actuales, su co-creador Alejo Valdearena y el dibujante Diego Greco.



Y más si tomamos en cuenta que hace justo un año aparecía la promesa de una edición titulada Tiburcio & flia., a cargo de Editorial Ivrea. Si alguien pudo conseguir dijo ejemplar, rectifico lo que diré a continuación... de que nunca se editó.



Ahora, y haciendo un poco de historia, este simpático niño, que mezcla en su persona la ironía reflexiva de Mafalda, el semblante dientudo de Felipito y las pilas y energía que puede tener cualquier chico de hoy en día, tuvo que laburar mucho para llegar al éxito que es hoy: al principio no era más que un personaje de tantos que aparecía en Poco y nada, la historieta que en 2009 vino a reemplazar a la página de humor de Quino, nada menos. Ahora bien, durante su primer año, este pibe venía a ser el tercero en discordia entre una parejita juvenil, interpretada por Astor y Abril. En esta etapa inicial de la historieta, aparecían dibujados por Lucas Varela. A modo de muestra, veamos algunas de estas historias primigenias, en donde también debutaron los padres de Tiburcio:


 

 



Pero al cabo de un año, la tira cambió de dibujante (entró Greco y salió Varela) y el cambio en la historieta se notó enseguida: desapareció el formato de personajes recurrentes en una historieta con tema libre, pasando a ser directamente un universo en sí. Todavía faltaría un tiempo para que Poco y nada fuera rebautizada como Tiburcio; eso ocurriría cuando la dinámica de la historieta cambiara con el creciente protagonismo del "tercero en discordia".

 


Además fueron apareciendo personajes que se volvieron estables, como la abuela de Tiburcio (y más adelante el resto de la familia), Sonia Natalia y Jorge Andrés, protagonistas de la telenovela Pasión y Aceite, El Gaucho Zombi, personaje de los films de terror que apasionan y aterrorizan a Tiburcio, Renzo y Greta, dos hermanitos dientudos que se le hacen amigos, Montoto, el bully que lo tiene de punto en la escuela... y un largo etcétera.

Pero sin lugar a dudas, la mejor inclusión fue la de Batracio, la mascota de Tiburcio. De remate de una página pasó a ser compañero incondicional del chico, a tal punto que ahora es la imagen oficial de la editorial que crearon los autores para editar el libro: Batracio Ediciones.



 

 

 

Ahora bien, estas páginas que han sido mostradas hasta este punto no formarán parte del libro, el cual será de formato apaisado. Y eso se debe a la última novedad de Tiburcio, que desde 2011 aparece en Viva a doble página, con una tira semanal en la parte superior y una situación humorística en la parte inferior, en la cual Diego Greco retrata a los lectores que envían su foto cada semana.



Bueno, eso es todo por hoy. El que quiera disfrutar de 80 páginas de pura diversión y entretenimiento, solo tiene que ir al kiosco de revistas más cercano y llevarse su ejemplar por solo $65. Y para más detalles, mejor vayan directo a su página de Facebook: