miércoles, 21 de abril de 2010

Centenario de la muerte de Mark Twain



Los que visitan este blog habituados a leer notas y curiosidades sobre historietas y dibujos animados se sorprenderán al leer la biografía de un escritor del siglo XIX. Pero me parece que en este caso vale la pena hacer la excepción.

Hoy se cumple el centenario de la desaparición física de Samuel Clemens, más popularmente conocido por sus lectores como Mark Twain, uno de los escritores estadounidenses más famosos de todos los tiempos.



Samuel Langhorne Clemens nació en Florida el 30 de noviembre de 1835 en Florida (no el estado, sino una humilde aldea de Misuri), pero pasó su infancia en la ciudad de Hannibal, a orillas del río Mississippi. El trabajo duro, las privaciones y el maltrato hacia los esclavos de color quedaron marcados a fuego en su mente.

Huérfano de padre a los 12 años, abandonó sus estudios para trabajar como aprendiz en imprentas; más tarde aprendió a ser tipógrafo. Por aquellos días su hermano mayor Orion dirigía el Journal de Muscatine, en donde el joven Clemens publicó sus primeros relatos.

La década de 1850 lo encontró emprendiendo diversas empresas en la búsqueda de dinero fácil: fue técnico en imprentas de varias ciudades del país y luego se desempeñó como piloto de un barco a vapor. Al estallar la Guerra de Secesión (1861-1865) luchó del lado de la Confederación, y a su término fue empresario maderero y minero de plata, fracasando en todos estos proyectos.

En 1862 se estableció en Nevada, donde hizo sus primeros trabajos como periodista en el Territorial Enterprise de Virginia City. Fue ahí donde firmó por primera vez como Mark Twain, término que quiere decir “dos brazas de profundidad”, el calado mínimo necesario para la navegación. Dicho término se basaba en una expresión tomada de los cantos de trabajo de los negros en los riverboats del río Mississippi.



En 1867 realizó sus primeros viajes, visitando Europa y Tierra Santa. También por aquellos días conoció al amor de su vida, Olivia Langdon, alias Livy. Tras varios años de noviazgo, se casaron en 1870. Mientras tanto, su carrera como escritor fue creciendo lentamente, combinando su imaginación con sus experiencias de vida, como se ve en libros como Las aventuras de Tom Sawyer (1876, su primer éxito literario), A tramp abroad (1880), Vida en el Mississippi (1883, su primera novela escrita a máquina), o su obra clave, Las aventuras de Huckleberry Finn (1884). Además convenció al ex-presidente estadounidense Ulysses Simpson Grant, que estaba gravemente enfermo, para que escribiera sus memorias antes de morir. Dichas memorias fueron un best-seller de la época.



Las aventuras de Huckleberry Finn es la secuela de Las aventuras de Tom Sawyer y es considerada como una obra maestra de la literatura, no sólo estadounidense, sino mundial; además fue una de las primeras novelas escritas en inglés vernacular estadounidense (o sea, el hablado por el narrador y protagonista principal de la historia). Con esta obra, Twain empezó a deslizar una mirada pesimista sobre la sociedad (en particular la sociedad sureña y su maltrato post bélico hacia la población de color), que seguirá analizando más seriamente en obras posteriores. Además es una de sus novelas más personales, ya que describió a los personajes y escenarios basándose en los recuerdos de su infancia. Amparado por el éxito de ambos libros y por la presión de sus editores, Twain escribió dos secuelas más: Tom Sawyer en el extranjero (1894) y Tom Sawyer detective (1897). Si bien fueron consideradas menores por el público y mediocres por la crítica especializada, hoy se las consideran de lectura obligatoria, no para seguir las aventuras de los protagonistas, sino para comprender mejor el estilo literario del autor.





A pesar de ser un hombre de mundo, Mark Twain careció de sentido común y más de una vez emprendió empresas y negocios que rara vez terminaron de manera exitosa. El peor de todos sus desaciertos ocurrió en 1893, cuando invirtió toda su fortuna en la linotipia Paige, un método más eficiente para componer planchas de imprenta; el negocio fracasó y durante el derrumbe económico de Wall Street de ese año Twain quedó en la ruina total. Para saldar todas sus deudas debió viajar por todo el mundo, dando conferencias en Sudáfrica, Calcuta, Australia, Nueva Zelanda y casi toda Europa. A su regreso se radicó con su esposa en Nueva York.



Sus últimos años fueron de sinsabores e infortunios, ya que el crecimiento de su fama a nivel mundial quedó eclipsada con continuos quebrantos económicos y desgracias familiares. En sus últimos años Twain se sumió en el pesimismo y la misantropía (tendencia social y psicológica caracterizada por la aversión general hacia la humanidad), a tal extremo que él mismo, convencido de que lo que escribía podía ser impublicable para el público de la época, dejó instrucciones póstumas para que su material fuera editado después de su muerte.

Además de su ruina económica debió enfrentar el avance de la artritis, que acabó inutilizando su mano derecha, por lo que debió aprender a escribir con la izquierda. A principios del siglo XX su hija mayor murió de meningitis, su esposa Livy quedó inválida y su único hijo varón murió por un descuido suyo. Su segunda hija murió en 1909, sobreviviéndole solamente su hija menor. Puede afirmarse que esta última pérdida terminó por desanimarlo, además de acelerar los problemas cardíacos que lo venían aquejando.

Con todo, gracias a su reputación como periodista y escritor pudo tener algunas satisfacciones personales durante este período de su vida. Siempre había escritores y admiradores visitándolo en su casa o invitándolo a dar conferencias. Recibió su máxima distinción en 1907, cuando recibió el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford (Reino Unido).




Sin embargo, el final del legendario escritor fue en extremo singular y también legendario. Se sabe fehacientemente que el cometa Halley pasó por la órbita de la Tierra el 16 de noviembre de 1835, 15 días antes del nacimiento de Clemens. Según los cálculos efectuados por los astrónomos, la siguiente visita del cometa ocurriría en abril de 1910; al saberlo, Twain profetizó que "vinimos juntos y nos iremos juntos".



Mark Twain murió en su casa de Redding, Connecticut, el 21 de abril de 1910, apenas un día después de la visita del cometa. Tenía 75 años.



Citar toda su bibliografía sería una tarea muy difícil de recopilar, ya que al momento de su muerte había escrito más de 500 obras, muchas de las cuales permanecen inéditas por las razones ya dichas. La Universidad de Berkeley mantiene el patrimonio del escritor, incluyendo su autobiografía, que consta de más de 5000 páginas, la cual se publicó parcialmente, ya que Twain decidió que una parte no podía hacerse pública hasta cien años después de su muerte; por este motivo se está preparando una nueva edición, corregida y completa, que será puesta a la venta a fines de este año.

Estas son algunas de sus obras más conocidas:

* La célebre rana saltarina del condado de Calaveras (1865).
* Los inocentes en el extranjero (1869).
* Memorándum de Mark Twain: desde la galaxia (1871).
* Una vida dura (también traducido como Pasando fatigas) (1872).
* Un sueño raro (1872).
* Cuentos humorísticos originales de Mark Twain (1872).
* Los inocentes en su país (1872).
* La edad dorada (1872).
* Relatos cortos (1874).
* Relatos cortos: nuevos y antiguos (1875).
* Las aventuras de Tom Sawyer (1876).
* Viejos tiempos en el Mississippi (1876).
* Los hechos relativos a la reciente orgía de crímenes en Connecticut (1877).
* Una excursión tranquila (1878).
* Taladrad, hermanos, taladrad (1878).
* Los perros del ocaso (1878).
* Un vagabundo en el extranjero (1880).
* Una aventura curiosa (1881).
* Príncipe y mendigo (1882).
* El robo del elefante blanco (1882).
* Vida en el Mississippi (1883), autobiográfica.
* Las aventuras de Huckleberry Finn (1884).
* Un yanqui en la corte del Rey Arturo (1889).
* Datos para reconstruir los recuerdos de Mark Twain (1891).
* El conde estadounidense (1892).
* Narraciones humorísticas (1892).
* El billete de un millón de libras esterlinas (1893).
* Tom Sawyer en el extranjero (1894).
* Cabezahueca Wilson (1894).
* Recuerdos personales de Juana de Arco (1896).
* Tom Sawyer detective (1897).
* Siguiendo el ecuador (1897).
* Los sinsabores de la vida humilde (1900).
* El hombre que corrompió a una ciudad (1900).
* Inglés como se lo enseñan (1901).
* A la persona sentada en la oscuridad (1901).
* Dos detectives ante un barril (1902).
* Mi Primera Experiencia Literaria, con Otros Ensayos e Historias (1903).
* Cuento de un perro (1904).
* Extracto del diario de Adán (1904).
* Soliloquio del rey Leopoldo: una defensa de su dominio del Congo (1905).
* Diario de Adán y Eva (1906).
* ¿Qué es el hombre? (1906).
* Un legado de 30.000 dólares (1906).
* La historia de un caballo (1907).
* ¿Ha muerto Shakespeare? (1909).
* El Jubileo de la reina Victoria (1910), póstuma.
* Carta a los pioneros de California (1911), póstuma.
* El forastero misterioso (1916), póstuma.
* La curiosa república de Gondour y otros extraños relatos cortos (1919), póstuma.
* Autobiografía (1924), póstuma.





La figura de Mark Twain fue benéfica para servir de inspiración a cientos de personas en todo el mundo durante el último siglo. Para cerrar, veamos algunas de estas influencias, que a su vez sirvieron para honrar su vida y mantenerlo vigente en el imaginario colectivo:

* Chuck Jones, escritor y director de dibujos animados, se inspiró en Roughin It, prefacio del libro Los inocentes en el extranjero, para crear a dos de los personajes más exitosos de la serie animada de cine Looney Tunes: El Coyote y el Correcaminos. En ese prefacio, Twain afirma que, de ser necesario, un coyote hambriento podría cazar un correcaminos.



* En un capítulo de la serie televisiva Bonanza personificaron a Twain narrando parte de su vida.

* En la historieta belga Lucky Luke, Twain apareció retratado varias veces, teniendo una pequeña conversación con el protagonista en el álbum La herencia de Ran-Tan-Plan (1973) y haciendo un breve cameo en El hombre de Washington (2008).




* También apareció como personaje secundario en el episodio doble "Time's Arrow, Part I & II" (La flecha del tiempo, 1ª y 2ª parte) de la 5ª y 6ª temporadas de la serie de televisión “Star Trek: The Next Generation” (Viaje a las estrellas: La Nueva Generación), interpretado por Jerry Hardin. En dicho argumento, Twain sospecha de la presencia de seres alienígenas en pleno siglo XIX, pero no es más que una excusa para mostrar el lado escéptico de la vida que el novelista ya tenía por aquellos tiempos. A pesar de la extravagancia con la que trataron su figura, no deja de ser una de las representaciones más conocidas y celebradas de su vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario