Ya que hablamos el otro día del fin del vínculo de la obra de Quino con Ediciones de la Flor, creo que es el momento justo para revisitar a este personaje tan querido por todos nosotros. Y para ello opté por el libro en el cual la editorial reunió casi todo el material que, por diversas razones, está ausente de los diez volúmenes que reúnen la obra en sí.
Como también ocurrió con otros personajes icónicos de todo el mundo, Mafalda inédita es esa joyita que no busca ser perfecta, pero sí completista. Podemos ver los orígenes de la tira en sí, de su personaje protagónico y las primeras apariciones de sus amigos Felipe y Manolito dentro de todas las tiras que se publicaron originalmente en la revista Primera Plana y que quedaron totalmente fuera del Volumen 1; ahí se puede ver todo el potencial de la tira, tal como la terminamos conociendo gracias a los libros. A dicho material le siguen las tiras de la etapa publicada en el periódico El Mundo que quedaron fuera de toda recopilación por incluir temas demasiado puntuales como para ser entendidos en años posteriores, ya sean noticias del día o hechos puntuales de la historia. El libro se completa con el material inédito de cuando Mafalda se publicaba en Siete Días Ilustrados (sobre todo sus encabezados de cada página), más las apariciones "póstumas" que la niña y/o sus amigos hicieron tras el fin de la tira, generalmente por razones humanitarias. Gran parte del libro incluye una extensa explicación histórica de los hechos nacionales y mundiales que fueron ocurriendo durante la casi década en la que Mafalda hizo carrera, lo cual permite entender el contexto (y a veces los remates) de la mayoría de las tiras: la Guerra Fría, la inestabilidad institucional del gobierno del presidente Arturo Umberto Illia, las misiones espaciales, la Guerra de Vietman, etc.
En términos generales, el balance del libro es muy bueno, especialmente porque acá se reúnen muchas "perlitas" que el público en general sólo conocía de oído; entre ellas, la tira publicada tras la Revolución Argentina (el derrocamiento de Illia), la cargada que Quino se hace a sí mismo como consecuencia de la tira donde cometió el error de aritmética, y los chistes de encabezado donde los personajes fueron despidiéndose de los lectores que desde 1973 los extrañan y añoran, y más ahora que su autor ya no forma parte de este mundo.
Nadie niega que este universo de personajes seguirá vigente gracias a su nueva morada editorial, pero me atrevo a decirlo: De la Flor supo darle el toque autóctono a este personaje y a la obra general de su creador, y la obra de Quino se asocia a su histórica casa editorial como parte de la cultura popular argentina; sin dudas no será lo mismo verlos desde "otra vereda", pero siempre es mucho peor ver que un personaje o la obra en general de un autor se desvanecen en el olvido a medida que las nuevas generaciones de lectores van creciendo sin leerlo por no tener ningún soporte físico o digital. El tiempo dirá si Penguin Random House logrará el mismo éxito y legado... o si al menos logrará su propio legado cultural al respecto.
Larga vida a Mafalda.