viernes, 17 de enero de 2014

Popeye el Marino también cumple 85

  

Nota actualizada y editada.


Un día como hoy de hace 85 años, un marino asomaba en los cuadritos de una tira cómica común y corriente. A partir de entonces, dicha tira dejo de ser común y corriente, y ese marino llego a ser un ícono del comic estadounidense. Así que prepárense, que vamos a recorrer la historia de Popeye y su creador.


Érase una vez un dibujante


  

Elzie Crisler Segar nació en Chester, Illinois, el 8 de diciembre de 1894. En su juventud trabajó en la Chester Opera House, donde veía las películas y obras teatrales que allí se exhibían. Al mismo tiempo empezó a demostrar interés en contar con dibujos las escenas que más le gustaban, utilizando para ello una tiza y la vereda del teatro. Poco después perfeccionó su estilo aprendiendo con un curso de caricatura por correo.

Su primer trabajo profesional fue en el periódico Chicago Herald: el 12 de marzo de 1916 apareció su primer tira cómica, Charlie Chaplin’s Comic Capers, en la cual volcó toda su pasión por el teatro y el cine contando aventuras del vagabundo, que por aquel entonces estaba en su pico de popularidad.

Al año siguiente la reemplazó por una nueva tira, Barry the Boob, en la cual contaba las andanzas de un soldado en el campo de batalla, en tono de comedia (la Primera Guerra Mundial estaba en su apogeo). En esos días el periódico fue anexado al grupo de medios del millonario William Hearst y Segar pasó a trabajar al Chicago American, donde siguió con su tira.


Una tira sin protagonista

El 19 de diciembre de 1919, Segar comenzó una nueva tira, esta vez en el New York Jornal: Thimble Theatre (Teatro de Dedal).

En esta ocasión volvió al tema de su juventud, contando parodias de películas y obras teatrales con un elenco estable, perfeccionando su estilo humorístico. En el papel principal estaba Olive Oyl (Aceite de Oliva), una casta doncella que desde el primer día se metió en problemas. El eterno novio que siempre tenía que rescatarla se llamaba Williy Wormwood; al poco tiempo se les unió el hermano de Olive, Castor Oyl (Aceite de Castor), que tomo las riendas de la tira de inmediato. Al mismo tiempo, Segar dejo de lado las parodias y empezó a desarrollar historias propias sin perder el aire de obra teatral en la tira.


  

Con estos elementos el Thimble Theatre permaneció en el diario diez años sin otros cambios de importancia, pero sin llamar demasiado la atención de los lectores, hasta el 17 de enero de 1929, cuando por exigencias del guión apareció un nuevo personaje: Popeye el Marino. Este personaje fue inspirado en una persona real del pueblo natal de Segar, llamado Frank “Rocky” Fiegel: testarudo, malhumorado, pero valiente y decidido. Su primera aparición fue decisiva para enganchar al público, mostrándoles un personaje que desentonaba en la tira, justamente por su duro carácter:


  

Nunca se aclaró en qué sector naval de las fuerzas armadas sirvió Popeye; nunca se tocó el tema en las tiras cómicas, pero los cortos animados lo relacionaron con los Guardacostas de los Estados Unidos, la Armada de los Estados Unidos o la United States Merchant Marine.

En su primera aparición, Popeye fue contratado por Castor para pilotar el barco que los ayudaría a cazar una gallina mágica. Durante el viaje de regreso, Popeye recibió un disparo, pero la gallina le otorgó fuerza sobrehumana como recompensa a sus cuidados.


Camino al estrellato

Con Popeye en la tira, el público empezó a interesarse más en el Thimble Theatre. Popeye pasó a ser el personaje favorito de los lectores: inculto, simple, con un amplio lenguaje propio, exagerando términos y modismos marinos, inventando insultos y pronunciando mal alguna que otra palabra para darle más aire ridículo a sus expresiones. Su extraña apariencia también ayudó a su fama: con antebrazos musculosos (en vez de los bíceps), una eterna pipa que lo ayuda a mantener su aspecto gruñón, y el detalle físico que le da su nombre: su ojo tuerto (justamente se llama Pop-eye, “ojo salido”).

En 1931, el marino pasó a liderar la tira, que desde entonces fue rebautizada como Thimble Theatre protagonizado por Popeye. También aparecieron nuevos personajes con el mismo ingenio humorístico impuesto por Popeye. En marzo de ese año debutó en la tira J. Wellington Wimpy (Roque Pilón y Perendengue según la traducción echa por los mexicanos para el mercado hispanohablante), una especie de anti-Popeye, de carácter cobarde, avaro, de opiniones breves pero demoledoras y gran devorador de hamburguesas, que siempre trata de comer fiado (su frase más célebre, y que en alguna ocasión habremos dicho en serio: “Con gusto te pagaré el martes por una hamburguesa de hoy”).

En 1933 aparecieron Swee’Pea (Cocoliso), hijo adoptivo que Popeye recibió por correspondencia, y Poopdeck Pappy, el padre de Popeye. Luego se sumaron George W. Geezil, un zapatero que se llevaba mal con Wimpy, la Bruja del mar, autoproclamada como la última bruja sobre la tierra y Alice the Goon, su secuaz.


  

Una mención aparte merece el personaje más extraño creado por Segar: Eugene the Jeep, un extraño animalito (aparentemente un perro) traído del África, con poderes tan ilimitados como inimaginables, capaz de atravesar paredes como caminar por ellas o por el techo, o incluso capaz de ir realizar viajes interdimensionales. Una leyenda sugiere que en referencia a este personaje el vehículo de combate desarrollado por el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial fue bautizado justamente “Jeep”, debido a su cualidad de superar cualquier obstáculo geográfico sin la menor dificultad.


  

Amanecer y ocaso

Mientras tanto, Max y Dave Fleischer, directores de los Estudios de Animación Fleischer y creadores de Betty Boop interesaron a Segar para llevar a Popeye y sus amigos al campo de los dibujitos animados. En 1933 estrenaron el primer corto: “Popeye the Sailor” (conocido en nuestras tierras como Boop y Popeye el marino), y fue un éxito de taquilla. En ese corto ambos personajes comparten una sola escena, en la cual Betty Boop baila como hawaiana y Popeye la imita.

En ese primer corto también apareció el principal villano de Popeye: Bluto (Brutus), también un marino, pero a diferencia de Popeye, este es claramente agresivo, tramposo, malvado, desleal y lascivo. También nació el argumento de los futuros cortos de la serie: Bluto trata de quedarse con Olive, la cual es rescatada por Popeye, luego de sostener con Bluto una feroz pelea.

También apareció la principal arma de Popeye: la espinaca, la cual es consumida en cantidades excesivas en los dibujos animados, mientras que en la tira Segar la utilizó muy pocas (o ninguna) veces. Sobre este recurso me explayaré más tarde.

Con Popeye en el cine, pronto surgió un impresionante merchandising que abarcó incluso a los otros personajes de la tira, que empezó a ser republicada en comic-books, gracias al trabajo del King Features Syndicate, distribuidora del Thimble Theatre; incluso sus páginas dominicales estaban entre las más leídas por el público. Segar aprovechó para tratar temas vedados para la opinión pública, recorriendo tierras lejanas y reinos ficticios donde abundan personajes sombríos y políticamente incorrectos: recaudadores de impuestos, reyes y políticos de pocas luces, borrachos (Estados Unidos recién salía de los días de la Ley Seca), los problemas económicos (la Gran Depresión estaba en su peor momento), etc. El estilo de dibujo del autor evolucionó de manera notable, creando una atmósfera a veces grotesca pero creíble, volviéndolo icónico para sus lectores.


  

Algo que muchos no saben hoy en día, es que la tira cómica eran diferentes a los cortos animados: las historias eran complejas y con varias tramas, y casi todos los personajes no aparecieron en los dibujos animados (el rey Blozo y Castor, por ejemplo); además, Bluto solo tuvo una aparición. Segar firmaba las primeras tiras cómicas con un cigarrillo, debido a que su apellido era un homófono de “cigar” (cigarrillo en inglés).

Todo apuntaba a que Popeye viviría una época de oro, pero en ese momento se dio a conocer la peor noticia: un examen médico detectó que Segar padecía leucemia. A pesar del agravamiento de su enfermedad, el siguió a cargo de la tira, ayudado por un joven asistente, que por aquel entonces salía con su hija: Forrest C. Sagendorf.

Segar falleció el 25 de abril de 1938, a los 44 años de edad.


Popeye después de Segar

Luego de la muerte de Segar, el Thimble Theatre continuó siendo distribuido por el King Features Syndicate. El gran desafío fue encontrar al artista que pudiera continuar con el personaje, y al guionista que supiera narrar las aventuras del marino con el mismo cinismo y espíritu crítico de Segar.

Forrest “Bud” Sagendorf fue el mejor asistente de Segar, y era el candidato más indicado para hacerse cargo de la tira; sin embargo, los directivos del King Features Syndicate no lo pensaron así, y lo dejaron a cargo de la página dominical, donde demostró ser fiel al espíritu de su maestro.


El show debe seguir

Charles H. “Doc” Winner y Joe Musial fueron los dibujantes de la tira hasta 1939, con guiones de Tom Sims. Doc Winner tenía fama como dibujante, ya que había trabajado para The Katzenjammer Kids, y Musial tuvo la oportunidad de trabajar en muchas de las tiras más exitosas de los periódicos de Hearst, entre ellas, Barney Google y Blondie.

Bela “Bill” Zaboly reemplazó a Winner y quedó como dibujante oficial entre 1939 y 1958. Su estilo de dibujo es claramente diferente al de Segar, adaptándose al formato de una tira de aventuras, y los guiones de Sims también se alejaron de las observaciones cínicas o satíricas del creador de la tira. Popeye y sus amigos pasaron a vivir grandes aventuras en un ambiente similar al impuesto a los dibujos animados, y la espinaca adquirió un papel más importante.



  

Algo que muchos no saben hoy en día, es que la tira cómica eran diferentes a los cortos animados: las historias eran complejas y con varias tramas, y casi todos los personajes no aparecieron en los dibujos animados (el rey Blozo y Castor, por ejemplo); además, Bluto solo tuvo una aparición. Segar firmaba las primeras tiras cómicas con un cigarrillo, debido a que su apellido era un homófono de “cigar” (cigarrillo en inglés).

Todo apuntaba a que Popeye viviría una época de oro, pero en ese momento se dio a conocer la peor noticia: un examen médico detectó que Segar padecía leucemia. A pesar del agravamiento de su enfermedad, el siguió a cargo de la tira, ayudado por un joven asistente, que por aquel entonces salía con su hija: Forrest C. Sagendorf.

Segar falleció el 25 de abril de 1938, a los 44 años de edad.


Popeye después de Segar

Luego de la muerte de Segar, el Thimble Theatre continuó siendo distribuido por el King Features Syndicate. El gran desafío fue encontrar al artista que pudiera continuar con el personaje, y al guionista que supiera narrar las aventuras del marino con el mismo cinismo y espíritu crítico de Segar.

Forrest “Bud” Sagendorf fue el mejor asistente de Segar, y era el candidato más indicado para hacerse cargo de la tira; sin embargo, los directivos del King Features Syndicate no lo pensaron así, y lo dejaron a cargo de la página dominical, donde demostró ser fiel al espíritu de su maestro.


El show debe seguir

Charles H. “Doc” Winner y Joe Musial fueron los dibujantes de la tira hasta 1939, con guiones de Tom Sims. Doc Winner tenía fama como dibujante, ya que había trabajado para The Katzenjammer Kids, y Musial tuvo la oportunidad de trabajar en muchas de las tiras más exitosas de los periódicos de Hearst, entre ellas, Barney Google y Blondie.

Bela “Bill” Zaboly reemplazó a Winner y quedó como dibujante oficial entre 1939 y 1958. Su estilo de dibujo es claramente diferente al de Segar, adaptándose al formato de una tira de aventuras, y los guiones de Sims también se alejaron de las observaciones cínicas o satíricas del creador de la tira. Popeye y sus amigos pasaron a vivir grandes aventuras en un ambiente similar al impuesto a los dibujos animados, y la espinaca adquirió un papel más importante.


  

Tras la muerte de Sims, Ralph Stein escribió los guiones entre 1954 y 1958, continuando con la línea de trabajo de su predecesor.


Bud Sagendorf: la vuelta a la gloria

Luego de veinte años viviendo aventuras menores, el Thimble Theatre quedó finalmente a cargo de quien debió ser el sucesor de Segar: Bud Sagendorf.

Con él a cargo de todo el proceso creativo desde 1958, las aventuras de Popeye volvieron al clima narrativo de sus orígenes, contando largas aventuras donde se priorizaba la “situación de bofetadas humorísticas” por sobre la acción en sí, y mostrando el lado satírico y burlón de situaciones basadas en la vida real.

Sagendorf devolvió al juego varios personajes creados por Segar, entre ellos O.G. Wotasnozzle y el rey Blozo, que hacía muchos años que habían desaparecido de la tira, pero no reintrodujo al antiguo novio de Olive, quizá para no reflotar la idea de que Olive lo dejó por Popeye. Este cambio fue favorable para la creación de nuevas historias, y también se reflejó en los cortos para televisión de los años 1960. La única diferencia entre ambos artistas era el ritmo de narración (era más rápido en las de Segar).



  

Sagendorf continuó la tira diaria hasta 1986, pero continuó dibujando la página dominical hasta su fallecimiento, el 22 de septiembre de 1994, víctima de un derrame cerebral. Su muerte fue muy sentida por los medios, ya que se lo sigue considerando como el mejor artista a cargo de Popeye, luego de su creador. Además de miles de tiras, Sagendorf escribió el libro Popeye: sus primeros 50 años, donde repasó la vida del marino.


  

Popeye en Argentina

En nuestro país Popeye se publicó inicialmente en las revistas de Editorial Columba y Ediciones Récord, principalmente en El Tony y Skorpio. Entre los años 1970 y 1990 la Editorial Seijas editó varias publicaciones en formato apaisado, usando aventuras completas de Ralph Stein y Bill Zaboly, y más tarde de Bud Sagendorf; además incluyó historietas de distintos artistas locales, como Pedro Seguí, Goyo Mazzeo, Héctor Torino y Tito Sídoli, entre otros. El título de las revistas fue variando: Espagueti, Popeye, La familia Popeye, Nuevas aventuras del marinero Popeye, etc. Incluso el nombre de los personajes fue cambiado, de acuerdo con la traducción hecha por lingüistas mexicanos y argentinos: Popeye fue Espagueti por un tiempo, Olive Oyl fue Rosario Bastón y J. Wellington Wimpy fue Roque Pilón y Perendengue. Además, las tiras de Popeye fueron incluidas en las otras revistas de la editorial, como Capicúa y Afanancio, hasta que la crisis económica de finales de 2001 hizo que la editorial cierre por quiebra.

Al mismo tiempo, las páginas dominicales posteriores a la “era Sagendorf” fueron publicados en Croniquita, la revista infantil del diario Crónica.




  

En 2012 el marino también estuvo presente en nuestra publicidad, a raíz de su aparición como invitado de los cortos publicitarios de Mamá Luchetti. En dichos cortos se lo puede ver dos oportunidades, con el clásico uniforme de la época de los Estudios Fleischer. Lo que no se respetó de su fisonomía, y que generó un auténtico y apasionado debate, fue la eliminación de su característica pipa, debido a que no se consideró apropiado que el público infantil quede expuesto a una imagen “propensa al tabaquismo”.


Bobby London y el aborto


  

En 1986, la tira quedó a cargo de Bobby London, autor conocido por tener una mirada revolucionaria del comic estadounidense, aunque también cuestionado por su humor sin consideraciones morales o éticas: llegó a dibujar un álbum basado en los personajes de Walt Disney, en el que hizo tener sexo a Mickey y Minnie después de haberlos hecho tomar drogas. El trabajo de London modernizó a Popeye, manteniendo intacto el antiguo espíritu de las tiras de Segar y Sagendorf. Todo apuntaba a una nueva época de gloria para el ya veterano personaje, pero London se caracterizó por romper los límites del humor “inocente”, y presentar situaciones más apropiadas para el público adulto. En 1992 London introdujo una historia en la tira que aún genera debates entre los lectores.

En dicha historia, Popeye y Olive devolvían una muñeca llegada por correo, y Olive decía: “Hay que devolver este bebé a su creador”. El eje de esta historia era mostrar la visión del norteamericano promedio acerca del aborto, y más que nada la postura mojigata e hipócrita que suele atribuírsele a los grupos evangelistas y católicos sobre el tema. A raíz del escándalo desatado, el King Features Syndicate despidió a London y tuvo que pedir disculpas a miles de enfurecidos lectores.


¡Popeye está hablando del faaaaso!

Uno de los secretos a voces más populares sobre Popeye es justamente el uso de la espinaca como mención intencional de la marihuana y su consumo. Siempre se dijo que dichos vegetales eran los responsables de su fuerza sobrehumana, necesaria para combatir al enemigo de turno (casi siempre Bluto), pero esta explicación contradice por completo el origen del personaje, ya que en sus primeras apariciones en el Thimble Theatre se cuenta como una gallina mágica le otorgó la super fuerza. Popeye comía espinaca, pero sólo por gusto.

Los cortos animados también contribuyeron a nutrir esta leyenda, al convertir a Popeye en un adicto a la espinaca. La intención original era publicitar los aportes de hierro a nuestro organismo al consumir estos vegetales, pero el mensaje empleado no fue el más adecuado: Popeye las consume para ser fuerte y así vencer a sus enemigos; el no tenerlas a mano lo vuelve débil y vulnerable, al punto de no poder hacer nada sin ellas. Las tiras de Sagendorf también continuaron esta línea argumental:




  

En aquellos días, la palabra “espinaca” era un apodo de la marihuana. La canción “The Spinach Song” (canción de la espinaca) grabada por Julia Lee & Her Boyfriends en 1938 fue durante años el tema popular en los clubes donde se consumía.

En las tiras cómicas de 1934 se pueden encontrar referencias explícitas de la droga: Popeye enfrentaba a un capataz que alimentaba a unos mineros con yerbas enervantes, además en los cortos de la década del ‘60 Popeye llegó a aspirar espinaca quemada en un horno con su pipa y tuvo un perro llamado “Birdseed” (semillas para pájaros). Se cree que es una alusión a la vieja costumbre de usar la marihuana como alimento para pájaros antes de su prohibición.

En un corto de 1954 Popeye cuenta que Hércules fue su antepasado. En una escena éste último es mostrado aspirando ajo y comiendo espinaca, lo cual también fue visto como metáfora a la cocaína y la marihuana. También se dice que se pueden escuchar mensajes subliminales reproduciendo su canción en reversa en discos de vinilo.

Ya en los años 1980, Bobby London hizo otra referencia explícita a la marihuana: Popeye y Wimpy recogían un cargamento de “pura espinaca boliviana”.


Popeye es de todos

A lo largo de los años se crearon varios comic-books basados en Popeye, los cuales fueron publicados por distintos sellos editoriales, entre ellos Dell Publishing, King Comics, Gold Key Comics y Charlton Comics. En los comics creados por Dell, Popeye es un asistente de policía, con Bluto y personajes mafiosos como enemigos. En “The Previous Adventures of Popeye the Sailor”, el escritor Jim Ruland imaginó la vida de Popeye antes de conocer a Olive. En 1999, en el 70º aniversario de Popeye, fue publicado The Wedding of Popeye and Olive Oyl, escrito por Peter David y distribuido por Ocean Comics. El comic incluía a varios personajes de las tiras cómicas y cortometrajes, y narraba la boda de Popeye y Olive, tras décadas de romance. A pesar de las buenas ventas, este título no fue bien recibido por los lectores y es considerada una obra apócrifa; por esta razón este matrimonio no ha sido reflejado en otros medios desde su publicación.

El fin del trabajo de London en Popeye significó también el final de las tiras diarias del Thimble Theatre, después de 73 años de publicación continua; mientras tanto, la página dominical continuó a cargo de Hy Eisman, desde 1994 hasta la actualidad.


  

Pero el futuro del personaje y sus compañeros está en juego, ya que desde el 1º de enero de 2009 los derechos de autor de Popeye caducaron en Europa. Según la normativa europea de derechos de autor, el personaje pasó al dominio público al cumplirse 70 años del fallecimiento de su autor; pero en Estados Unidos la legislación sobre copyright considera un plazo de 95 años desde la creación del personaje, lo que le permite al King Features Syndicate seguir lucrando con el marino hasta el 31 de diciembre de 2024. El resultado es claro: mientras que en América sus derechos seguirán a buen recaudo, en Europa se podrán usar de forma libre los dibujos de Segar para cualquier obra derivada de aquéllos, desde camisetas, juguetes, muñecos o videojuegos a nuevos cómics basados en los personajes. El resultado es una inminente estrategia legal por ambas partes, que de seguro derivará en un conflicto judicial cuya sentencia final aún no es visible.

Una cosa es segura: Popeye y sus amigos aún están activos y generan la fascinación de millones de lectores en todo el mundo, por lo que este 85º aniversario será recordado como el inicio de una nueva etapa en la historia de una de las tiras cómicas más famosas de todos los tiempos. Esperemos que el futuro le depare nuevas aventuras a este marino, y que no se duerma envuelto en una monstruosa pila de papeles burocráticos.


Salto al cine


  

Entre 1933 y 1957, Popeye fue el protagonista de su propia serie de cortometrajes animados, titulada Popeye the sailor (Popeye el marino). Dichos cortos fueron realizados por varios estudios de animación y figuran en el Libro Guiness de los Récords como el personaje animado con más cortos realizados para cine: 233.

La trama de los cortometrajes era muy diferente a la vista en las tiras cómicas, y se repetía a lo largo de cada cortometraje: un villano (casi siempre Bluto) secuestraba a Olive. Popeye siempre llevaba las de perder, y solo en el peor momento, cuando ya todo estaba perdido, contaba con espinacas a la mano (enlatadas, creciendo en una huerta, en un sobre, etc.), y al comerlas desarrollaba fuerza sobrehumana y vencía al villano.

Muchos de los personajes de Thimble Theater no aparecieron en los cortos, y solo fueron incluidos en los años 1960, cuando se hizo la serie de televisión. Al mismo tiempo fueron incorporados personajes que no existieron en las tiras cómicas, como los sobrinos de Popeye: Papeye, Pepeye, Pipeye y Pupeye.


Fleischer Studios

La primera aparición de Popeye fue en el cortometraje animado Popeye the Sailor (1933), un cortometraje que algunos críticos consideran como parte de la serie de Betty Boop y no de la serie del marino (Betty aparece durante unos segundos haciendo el mismo baile de su corto Betty Boop's Bamboo Isle). El compositor Sammy Lerner escribió para este corto la canción “Popeye el marino soy”. El siguiente corto de Popeye, I Yam What I Yam, fue el primer corto animado “oficial” de la serie Popeye el marino.

El primer actor que le dio voz al personaje fue William “Billy” Costello, apodado “Red Pepper Sam”; sin embargo, su carácter era tan insoportable que terminó siendo reemplazado por el animador Jack Mercer, a partir del cortometraje King of the Mardi Gras (1935). Olive Oyl fue interpretada por varias actrices, la más importante fue Mae Questel, nada menos que la voz de Betty Boop. Bluto fue interpretado por William Pennell, y desde 1935, por Gus Wickie.

Popeye adquirió mayor popularidad de la que ya tenía con su tira cómica, por lo que Paramount Pictures (distribuidora de los cortos de Popeye y Betty Boop) creó el “Club de Popeye”, que se emitía en la matiné de los sábados.

De los 108 cortometrajes de Popeye, 105 fueron hechos en blanco y negro. Esto permitió abaratar los costos de producción, pero a cambio los estudios Fleischer usaron técnicas de filmación tridimensional para darle más realismo a la animación: esta técnica consistía en mezclar los dibujos con escenarios reales en miniatura filmados con métodos parecidos al de stopmotion. Antes lo habían hecho con los cortos de Betty Boop y fue un éxito rotundo.


Así y todo, los otros tres cortos fueron producidos con la técnica del Technicolor, que por entonces era costosísima: Popeye the Sailor meets Simbad the Sailor (1936), Popeye the Sailor meets Ali Baba's Forty Thieves (1937) y Aladdin and his wonderful lamp (1939). En dichos cortos también se utilizaron efectos tridimensionales.





  

El 7 diciembre de 1941 Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial, y Popeye fue uno de tantos personajes que hicieron propaganda para apoyar a las tropas aliadas; por tal motivo se realizó el corto The Mighty Navy, en el que se enlistó en la Armada de los Estados Unidos. En este corto reemplazó su traje de marinero por el uniforme de la armada, que utilizó de ahí en más.


Famous Studios


  

En abril de 1942 Max y Dave Fleischer fueron obligados a dejar su estudio de animación. Paramount Pictures lo compró y rebautizó como Famous Studios. Con Seymour Kneitel y Isadore Sparber como directores principales, Popeye continuó siendo producido, y los cortos de esa época lo ambientaron en la Segunda Guerra Mundial, peleando contra soldados nazis y japoneses (lo mismo hicieron con los cortos de Superman que se realizaron por aquel entonces). Además, desde 1943 todos los cortos de la serie empezaron a ser producidos completamente en Technicolor. Paramount trasladó el estudio de vuelta a Nueva York (los Fleischer se habían mudado a Florida para pagar menos impuestos).

Otros cambios ocurrieron con los actores que hacían los personajes: Mae Questel, que por un tiempo había dejado de interpretar a Olive, volvió a retomar su papel. Jack Mercer fue reclutado por la Armada, y cuando no podía grabar la voz de Popeye, Questel se encargó de reemplazarlo... una rareza actoral en todo sentido. Jackson Beck fue el elegido para interpretar a Bluto (Gus Wickie murió en 1938).

De a poco, los cortometrajes volvieron a la antigua fórmula de Popeye, pero se hicieron diseños más suaves para los personajes, incluyendo un cambio en la vestimenta y peinado de Olive para hacerla más acorde a la moda de la época. La animación en general se mantuvo con altos niveles de calidad, aunque la aplicación de escenas tridimensionales quedó atrás para abaratar costos.


  

Así, Famous/Paramount produjo 125 cortometrajes hasta 1957, siendo el último Spooky Swabs. Los cortos fueron vendidos a Associated Artists Productions (AAP). AAP fue posteriormente comprado por United Artists y se unió a Metro-Goldwyn-Mayer, que había sido adquirido por Turner Entertainment en 1986. Turner vendió la producción de MGM/UA en 1988, pero conservó el material audiovisual, incluyendo los derechos de Popeye.

Los cortos hechos por los Estudios Fleischer fueron mandados a Corea del Sur en 1985, donde fueron coloreados. Esto permitió que sean más atractivos para su emisión por televisión y para el público infantil actual, pero los efectos tridimensionales desaparecieron por la mala aplicación de los colores, la cual se hizo de manera cien por ciento artesanal. Solo con la remasterización digital de los cortos y su posterior comercialización en DVD a principios del siglo XXI se pudo volver a disfrutar de todo el arte de los Estudios Fleischer.


Los dibujos de los 1960 para la televisión

En 1960, King Features Syndicate planeó la creación de nuevos dibujos animados de Popeye para ser emitidos en televisión. Mercer, Questel y Beck volvieron a interpretar a los personajes, y los dibujos fueron producidos por un gran número de compañías, incluyendo Jack Kinney Studios, Rembrandt Studios y Paramount Cartoon Studios (antiguamente Famous Studios). El presupuesto para televisión era muy ajustado, lo cual jugó en contra durante la producción de los cortos (la animación es muy simple y estática), pero permitió la creación de ¡220 episodios en solo dos años!

Los guiones fueron basados en las tiras cómicas, incluyendo las que fueron realizadas por Segar. Esto permitió la aparición de los personajes que no fueron incluidos en los cortos para cine, como el rey Blozo y la Bruja del Mar.


Los dibujos más recientes

En 1978, Hanna-Barbera Productions realizó The All-New Popeye Hour, serie animada con episodios de una hora de duración. Debido a las limitaciones impuestas por la reglamentación sobre violencia en dibujos animados, no tuvo el éxito esperado. En 1981 se redujo su formato a media hora, con el nombre The Popeye and Olive Show, pero no funcionó y fue cancelada en 1983, un año después de la muerte de Jack Mercer.

En 1987 Hanna-Barbera volvió a intentar suerte con la serie Popeye and Son, en la cual Popeye y Olive se habían casado y tenían un hijo llamado Popeye Jr., quien odiaba pero respetaba las espinacas. Para reemplazar a Mercer, Popeye fue interpretado por Maurice LaMarche. Este programa fue cancelado luego de terminar su primera (y única) temporada, de solo 13 episodios.

Desde entonces, Popeye no estrenó nuevos cortos ni episodios en televisión, pero mantuvo su popularidad gracias a los canales de programación infantil, que repusieron los viejos cortos y mantuvieron vivo a los personajes para las nuevas generaciones de televidentes. Actualmente se pueden ver los cortos en el canal Toon Cast, anexo de Cartoon Network.


Popeye siempre vuelve

En 2004 se estrenó el especial Popeye's Voyage: The Quest for Pappy, en conmemoración del 75º aniversario del marino. LionsGate Entertainment realizó el especial de televisión, que fue hecho íntegramente por animación computarizada, y contó con la voz de Billy West (Fry en la serie Futurama) en el papel de Popeye.


La película


  

El director Robert Altman realizó el único film con actores sobre el marino. Popeye se pensó como adaptación general de la tira clásica de Segar y fue protagonizada por Robin Williams como Popeye (que además fue su primer papel en cine), Paul Smith como Bluto y Shelley Duvall como Olive. Las canciones fueron escritas por Harry Nilsson y el guión fue realizado por Jules Feiffer, un declarado fanático de las tiras cómicas de Segar; por esta razón la mayoría de los personajes originales aparecieron en la película, ya que además el guionista buscó recrear la atmósfera de aventura y comicidad que se puede ver en Thimble Theatre. Fue una co-producción de Paramount Pictures y Walt Disney Productions y su estreno en cines se realizó el 12 de diciembre de 1980.




El hecho de estar basada en las tiras cómicas y no en los dibujos animados hizo que la mayoría del público no la entendiera o no le gustara, y como resultado, la película fue un rotundo fracaso. Aun así fue una película taquillera, ya que los U$S 20.000.000 de presupuesto fueron compensados con los U$S 60.000.000 de recaudación mundial. De todos modos, las únicas opciones de poder ver este film son por Youtube o buscando el DVD en algún videoclub, ya que en televisión no se transmite desde hace décadas.


Igualmente, el marino tuerto promete revancha pronto. En marzo de 2010 se informó de que Sony Pictures Animation está desarrollando una película con animación CGI y pensada en 3-D, bajo la producción de Avi Arad.

En noviembre de 2011 Sony anunció que oficialmente contaba con luz verde el proyecto, ante los excelentes resultados en taquilla y críticas que obtuvo con la primera parte de Los Pitufos. Sus guionistas, Jay Scherick y David Ronn, escribieron el guión de la película, y en junio de 2012, se informó de que Genndy Tartakovsky se ha establecido para dirigirla, en base a su excelente currículum en el campo de la animación (Tiny Toon Adventures, The Critic, Dexter’s Laboratory, The Powerpuff Girls, Samurai Jack, Star Wars: Clone Wars, Duck Dodgers, etc.). La fecha de lanzamiento está prevista para 2015, aunque puede modificarse.



85 años pasaron desde que este singular marino apareciera de colado en una tira ya establecida, para luego alcanzar la gloria y la fama que hasta hoy mantiene en todo el mundo. El tiempo dirá como continuará su epopeya, tanto en las tiras cómicas como en los medios audiovisuales…

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