Nota actualizada y editada.
Un día como hoy de hace 85 años, un marino
asomaba en los cuadritos de una tira cómica común y corriente. A partir de
entonces, dicha tira dejo de ser común y corriente, y ese marino llego a ser un
ícono del comic estadounidense. Así que prepárense, que vamos a recorrer la
historia de Popeye y su creador.
Érase una vez un
dibujante
Elzie Crisler Segar nació en Chester,
Illinois, el 8 de diciembre de 1894. En su juventud trabajó en la Chester Opera House, donde veía
las películas y obras teatrales que allí se exhibían. Al mismo tiempo empezó a
demostrar interés en contar con dibujos las escenas que más le gustaban,
utilizando para ello una tiza y la vereda del teatro. Poco después perfeccionó
su estilo aprendiendo con un curso de caricatura por correo.
Su primer trabajo profesional fue en el
periódico Chicago Herald: el 12 de
marzo de 1916 apareció su primer tira cómica, Charlie Chaplin’s Comic Capers, en la cual volcó toda su pasión por
el teatro y el cine contando aventuras del vagabundo, que por aquel entonces
estaba en su pico de popularidad.
Al año siguiente la reemplazó por una nueva
tira, Barry the Boob, en la cual
contaba las andanzas de un soldado en el campo de batalla, en tono de comedia (la Primera Guerra Mundial estaba
en su apogeo). En esos días el periódico fue anexado al grupo de medios del
millonario William Hearst y Segar pasó a trabajar al Chicago American, donde siguió con su tira.
Una tira sin
protagonista
El 19 de diciembre de 1919, Segar comenzó una
nueva tira, esta vez en el New York Jornal: Thimble
Theatre (Teatro de Dedal).
En esta ocasión volvió al tema de su
juventud, contando parodias de películas y obras teatrales con un elenco
estable, perfeccionando su estilo humorístico. En el papel principal estaba
Olive Oyl (Aceite de Oliva), una casta doncella que desde el primer día se
metió en problemas. El eterno novio que siempre tenía que rescatarla se llamaba
Williy Wormwood; al poco tiempo se les unió el hermano de Olive, Castor Oyl
(Aceite de Castor), que tomo las riendas de la tira de inmediato. Al mismo
tiempo, Segar dejo de lado las parodias y empezó a desarrollar historias
propias sin perder el aire de obra teatral en la tira.
Con estos elementos el Thimble Theatre permaneció en el diario diez años sin otros cambios
de importancia, pero sin llamar demasiado la atención de los lectores, hasta el
17 de enero de 1929, cuando por exigencias del guión apareció un nuevo
personaje: Popeye el Marino. Este personaje fue inspirado en una persona real
del pueblo natal de Segar, llamado Frank “Rocky” Fiegel: testarudo,
malhumorado, pero valiente y decidido. Su primera aparición fue decisiva para
enganchar al público, mostrándoles un personaje que desentonaba en la tira,
justamente por su duro carácter:
Nunca se aclaró en qué sector naval de las
fuerzas armadas sirvió Popeye; nunca se tocó el tema en las tiras cómicas, pero
los cortos animados lo relacionaron con los Guardacostas de los Estados Unidos,
la Armada de
los Estados Unidos o la
United States Merchant Marine.
En su primera aparición, Popeye fue
contratado por Castor para pilotar el barco que los ayudaría a cazar una
gallina mágica. Durante el viaje de regreso, Popeye recibió un disparo, pero la
gallina le otorgó fuerza sobrehumana como recompensa a sus cuidados.
Camino al
estrellato
Con Popeye en la tira, el público empezó a
interesarse más en el Thimble Theatre.
Popeye pasó a ser el personaje favorito de los lectores: inculto, simple, con
un amplio lenguaje propio, exagerando términos y modismos marinos, inventando
insultos y pronunciando mal alguna que otra palabra para darle más aire
ridículo a sus expresiones. Su extraña apariencia también ayudó a su fama: con
antebrazos musculosos (en vez de los bíceps), una eterna pipa que lo ayuda a
mantener su aspecto gruñón, y el detalle físico que le da su nombre: su ojo
tuerto (justamente se llama Pop-eye, “ojo salido”).
En 1931, el marino pasó a liderar la tira,
que desde entonces fue rebautizada como Thimble
Theatre protagonizado por Popeye. También aparecieron nuevos personajes con
el mismo ingenio humorístico impuesto por Popeye. En marzo de ese año debutó en
la tira J. Wellington Wimpy (Roque Pilón y Perendengue según la traducción echa
por los mexicanos para el mercado hispanohablante), una especie de anti-Popeye,
de carácter cobarde, avaro, de opiniones breves pero demoledoras y gran
devorador de hamburguesas, que siempre trata de comer fiado (su frase más
célebre, y que en alguna ocasión habremos dicho en serio: “Con gusto te pagaré el martes por una hamburguesa de hoy”).
En 1933 aparecieron Swee’Pea (Cocoliso), hijo
adoptivo que Popeye recibió por correspondencia, y Poopdeck Pappy, el padre de
Popeye. Luego se sumaron George W. Geezil, un zapatero que se llevaba mal con Wimpy,
la Bruja del
mar, autoproclamada como la última bruja sobre la tierra y Alice the Goon, su
secuaz.
Una mención aparte merece el personaje más
extraño creado por Segar: Eugene the Jeep, un extraño animalito (aparentemente
un perro) traído del África, con poderes tan ilimitados como inimaginables,
capaz de atravesar paredes como caminar por ellas o por el techo, o incluso
capaz de ir realizar viajes interdimensionales. Una leyenda sugiere que en
referencia a este personaje el vehículo de combate desarrollado por el ejército
estadounidense durante la Segunda Guerra
Mundial fue bautizado justamente “Jeep”, debido a su cualidad de superar
cualquier obstáculo geográfico sin la menor dificultad.
Amanecer y ocaso
Mientras tanto, Max y Dave Fleischer,
directores de los Estudios de Animación Fleischer y creadores de Betty Boop
interesaron a Segar para llevar a Popeye y sus amigos al campo de los dibujitos
animados. En 1933 estrenaron el primer corto: “Popeye the Sailor” (conocido en
nuestras tierras como Boop y Popeye el marino), y fue un éxito de taquilla. En
ese corto ambos personajes comparten una sola escena, en la cual Betty Boop
baila como hawaiana y Popeye la imita.
En ese primer corto también apareció el
principal villano de Popeye: Bluto (Brutus), también un marino, pero a
diferencia de Popeye, este es claramente agresivo, tramposo, malvado, desleal y
lascivo. También nació el argumento de los futuros cortos de la serie: Bluto
trata de quedarse con Olive, la cual es rescatada por Popeye, luego de sostener
con Bluto una feroz pelea.
También apareció la principal arma de Popeye:
la espinaca, la cual es consumida en cantidades excesivas en los dibujos
animados, mientras que en la tira Segar la utilizó muy pocas (o ninguna) veces.
Sobre este recurso me explayaré más tarde.
Con Popeye en el cine, pronto surgió un
impresionante merchandising que abarcó incluso a los otros personajes de la
tira, que empezó a ser republicada en comic-books, gracias al trabajo del King Features Syndicate, distribuidora
del Thimble Theatre; incluso sus
páginas dominicales estaban entre las más leídas por el público. Segar
aprovechó para tratar temas vedados para la opinión pública, recorriendo
tierras lejanas y reinos ficticios donde abundan personajes sombríos y
políticamente incorrectos: recaudadores de impuestos, reyes y políticos de
pocas luces, borrachos (Estados Unidos recién salía de los días de la Ley
Seca), los problemas económicos (la Gran Depresión estaba en su peor momento),
etc. El estilo de dibujo del autor evolucionó de manera notable, creando una
atmósfera a veces grotesca pero creíble, volviéndolo icónico para sus lectores.
Algo que muchos no saben hoy en día, es que la
tira cómica eran diferentes a los cortos animados: las historias eran complejas
y con varias tramas, y casi todos los personajes no aparecieron en los dibujos
animados (el rey Blozo y Castor, por ejemplo); además, Bluto solo tuvo una
aparición. Segar firmaba las primeras tiras cómicas con un cigarrillo, debido a
que su apellido era un homófono de “cigar” (cigarrillo en inglés).
Todo apuntaba a que Popeye viviría una época
de oro, pero en ese momento se dio a conocer la peor noticia: un examen médico
detectó que Segar padecía leucemia. A pesar del agravamiento de su enfermedad,
el siguió a cargo de la tira, ayudado por un joven asistente, que por aquel
entonces salía con su hija: Forrest C. Sagendorf.
Segar falleció el 25 de abril de 1938, a los 44 años de
edad.
Popeye después de
Segar
Luego de la muerte de Segar, el Thimble Theatre continuó siendo
distribuido por el King Features
Syndicate. El gran desafío fue encontrar al artista que pudiera continuar
con el personaje, y al guionista que supiera narrar las aventuras del marino
con el mismo cinismo y espíritu crítico de Segar.
Forrest “Bud”
Sagendorf fue el mejor asistente de Segar, y era el candidato más indicado para
hacerse cargo de la tira; sin embargo, los directivos del King Features Syndicate no lo pensaron así, y
lo dejaron a cargo de la página dominical, donde demostró ser fiel al espíritu
de su maestro.
El show debe seguir
Charles H. “Doc” Winner y Joe Musial fueron
los dibujantes de la tira hasta 1939, con guiones de Tom Sims. Doc Winner tenía
fama como dibujante, ya que había trabajado para The Katzenjammer Kids, y Musial tuvo la oportunidad de trabajar en
muchas de las tiras más exitosas de los periódicos de Hearst, entre ellas, Barney Google y Blondie.
Bela “Bill”
Zaboly reemplazó a Winner y quedó como dibujante oficial entre 1939 y 1958. Su
estilo de dibujo es claramente diferente al de Segar, adaptándose al formato de
una tira de aventuras, y los guiones de Sims también se alejaron de las
observaciones cínicas o satíricas del creador de la tira. Popeye y sus amigos
pasaron a vivir grandes aventuras en un ambiente similar al impuesto a los
dibujos animados, y la espinaca adquirió un papel más importante.
Algo que muchos no saben hoy en día, es que la tira cómica eran diferentes a los cortos animados: las historias eran complejas y con varias tramas, y casi todos los personajes no aparecieron en los dibujos animados (el rey Blozo y Castor, por ejemplo); además, Bluto solo tuvo una aparición. Segar firmaba las primeras tiras cómicas con un cigarrillo, debido a que su apellido era un homófono de “cigar” (cigarrillo en inglés).
Todo apuntaba a que Popeye viviría una época de oro, pero en ese momento se dio a conocer la peor noticia: un examen médico detectó que Segar padecía leucemia. A pesar del agravamiento de su enfermedad, el siguió a cargo de la tira, ayudado por un joven asistente, que por aquel entonces salía con su hija: Forrest C. Sagendorf.
Segar falleció el 25 de abril de 1938, a los 44 años de edad.
Popeye después de Segar
Luego de la muerte de Segar, el Thimble Theatre continuó siendo distribuido por el King Features Syndicate. El gran desafío fue encontrar al artista que pudiera continuar con el personaje, y al guionista que supiera narrar las aventuras del marino con el mismo cinismo y espíritu crítico de Segar.
Forrest “Bud” Sagendorf fue el mejor asistente de Segar, y era el candidato más indicado para hacerse cargo de la tira; sin embargo, los directivos del King Features Syndicate no lo pensaron así, y lo dejaron a cargo de la página dominical, donde demostró ser fiel al espíritu de su maestro.
El show debe seguir
Charles H. “Doc” Winner y Joe Musial fueron los dibujantes de la tira hasta 1939, con guiones de Tom Sims. Doc Winner tenía fama como dibujante, ya que había trabajado para The Katzenjammer Kids, y Musial tuvo la oportunidad de trabajar en muchas de las tiras más exitosas de los periódicos de Hearst, entre ellas, Barney Google y Blondie.
Bela “Bill” Zaboly reemplazó a Winner y quedó como dibujante oficial entre 1939 y 1958. Su estilo de dibujo es claramente diferente al de Segar, adaptándose al formato de una tira de aventuras, y los guiones de Sims también se alejaron de las observaciones cínicas o satíricas del creador de la tira. Popeye y sus amigos pasaron a vivir grandes aventuras en un ambiente similar al impuesto a los dibujos animados, y la espinaca adquirió un papel más importante.
Tras la muerte
de Sims, Ralph Stein escribió los guiones entre 1954 y 1958, continuando con la
línea de trabajo de su predecesor.
Bud Sagendorf: la vuelta a la gloria
Luego de
veinte años viviendo aventuras menores, el Thimble Theatre quedó finalmente a cargo de
quien debió ser el sucesor de Segar: Bud Sagendorf.
Con él a cargo de
todo el proceso creativo desde 1958, las aventuras de Popeye volvieron al clima
narrativo de sus orígenes, contando largas aventuras donde se priorizaba la
“situación de bofetadas humorísticas” por sobre la acción en sí, y mostrando el
lado satírico y burlón de situaciones basadas en la vida real.
Sagendorf devolvió
al juego varios personajes creados por Segar, entre ellos O.G. Wotasnozzle y el
rey Blozo, que hacía muchos años que habían desaparecido de la tira, pero no
reintrodujo al antiguo novio de Olive, quizá para no reflotar la idea de que
Olive lo dejó por Popeye. Este cambio fue favorable para la creación de nuevas
historias, y también se reflejó en los cortos para televisión de los años 1960.
La única diferencia entre ambos artistas era el ritmo de narración (era más
rápido en las de Segar).
Sagendorf continuó
la tira diaria hasta 1986, pero continuó dibujando la página dominical hasta su
fallecimiento, el 22 de septiembre de 1994, víctima de un derrame cerebral. Su
muerte fue muy sentida por los medios, ya que se lo sigue considerando como el
mejor artista a cargo de Popeye, luego de su creador. Además de miles de tiras,
Sagendorf escribió el libro Popeye: sus
primeros 50 años, donde repasó la vida del marino.
Popeye en Argentina
En nuestro país
Popeye se publicó inicialmente en las revistas de Editorial Columba y Ediciones
Récord, principalmente en El Tony y Skorpio. Entre los años 1970 y 1990 la
Editorial Seijas editó varias publicaciones en formato apaisado, usando
aventuras completas de Ralph Stein y Bill Zaboly, y más tarde de Bud
Sagendorf; además incluyó historietas de distintos artistas locales, como Pedro
Seguí, Goyo Mazzeo, Héctor Torino y Tito Sídoli, entre otros. El título de las
revistas fue variando: Espagueti, Popeye, La familia Popeye, Nuevas
aventuras del marinero Popeye, etc. Incluso el nombre de los personajes fue
cambiado, de acuerdo con la traducción hecha por lingüistas mexicanos y
argentinos: Popeye fue Espagueti por un tiempo, Olive Oyl fue Rosario Bastón y
J. Wellington Wimpy fue Roque Pilón y Perendengue. Además, las tiras de Popeye
fueron incluidas en las otras revistas de la editorial, como Capicúa y Afanancio, hasta que la crisis económica de finales de 2001 hizo
que la editorial cierre por quiebra.
Al mismo tiempo,
las páginas dominicales posteriores a la “era Sagendorf” fueron publicados en Croniquita, la revista infantil del
diario Crónica.
En 2012 el
marino también estuvo presente en nuestra publicidad, a raíz de su aparición
como invitado de los cortos publicitarios de Mamá Luchetti. En dichos
cortos se lo puede ver dos oportunidades, con el clásico uniforme de la época
de los Estudios
Fleischer. Lo que no se respetó de su fisonomía, y que generó un auténtico y
apasionado debate, fue la eliminación de su característica pipa, debido a que
no se consideró apropiado que el público infantil quede expuesto a una imagen “propensa
al tabaquismo”.
Bobby London y el aborto
En 1986, la tira
quedó a cargo de Bobby London, autor conocido por tener una mirada
revolucionaria del comic estadounidense, aunque también cuestionado por su
humor sin consideraciones morales o éticas: llegó a dibujar un álbum basado en
los personajes de Walt Disney, en el que hizo tener sexo a Mickey y Minnie
después de haberlos hecho tomar drogas. El trabajo de London modernizó a Popeye,
manteniendo intacto el antiguo espíritu de las tiras de Segar y Sagendorf. Todo
apuntaba a una nueva época de gloria para el ya veterano personaje, pero London
se caracterizó por romper los límites del humor “inocente”, y presentar
situaciones más apropiadas para el público adulto. En 1992 London introdujo una
historia en la tira que aún genera debates entre los lectores.
En dicha historia, Popeye
y Olive devolvían una muñeca llegada por correo, y Olive decía: “Hay que devolver este bebé a su creador”.
El eje de esta historia era mostrar la visión del norteamericano promedio
acerca del aborto, y más que nada la postura mojigata e hipócrita que suele
atribuírsele a los grupos evangelistas y católicos sobre el tema. A raíz del
escándalo desatado, el King Features
Syndicate despidió a London y tuvo que pedir disculpas a miles de
enfurecidos lectores.
¡Popeye está hablando del faaaaso!
Uno de los secretos
a voces más populares sobre Popeye es justamente el uso de la espinaca como
mención intencional de la marihuana y su consumo. Siempre se dijo que dichos
vegetales eran los responsables de su fuerza sobrehumana, necesaria para
combatir al enemigo de turno (casi siempre Bluto), pero esta explicación
contradice por completo el origen del personaje, ya que en sus primeras
apariciones en el Thimble Theatre se cuenta como una gallina
mágica le otorgó la super fuerza. Popeye comía espinaca,
pero sólo por gusto.
Los cortos animados
también contribuyeron a nutrir esta leyenda, al convertir a Popeye en un adicto
a la espinaca. La intención original era publicitar los aportes de hierro a
nuestro organismo al consumir estos vegetales, pero el mensaje empleado no fue
el más adecuado: Popeye las consume para ser fuerte y así vencer a sus
enemigos; el no tenerlas a mano lo vuelve débil y vulnerable, al punto de no
poder hacer nada sin ellas. Las tiras de Sagendorf también continuaron esta
línea argumental:
En aquellos días,
la palabra “espinaca” era un apodo de la marihuana. La canción “The Spinach Song” (canción de la
espinaca) grabada por Julia Lee & Her Boyfriends en 1938 fue durante años
el tema popular en los clubes donde se consumía.
En las tiras
cómicas de 1934 se pueden encontrar referencias explícitas de la droga: Popeye
enfrentaba a un capataz que alimentaba a unos mineros con yerbas enervantes,
además en los cortos de la década del ‘60 Popeye llegó a aspirar espinaca
quemada en un horno con su pipa y tuvo un perro llamado “Birdseed” (semillas
para pájaros). Se cree que es una alusión a la vieja costumbre de usar la
marihuana como alimento para pájaros antes de su prohibición.
En un corto de 1954
Popeye cuenta que Hércules fue su antepasado. En una escena éste último es
mostrado aspirando ajo y comiendo espinaca, lo cual también fue visto como
metáfora a la cocaína y la marihuana. También se dice que se pueden escuchar
mensajes subliminales reproduciendo su canción en reversa en discos de vinilo.
Ya en los años 1980,
Bobby London hizo otra referencia explícita a la marihuana: Popeye y Wimpy
recogían un cargamento de “pura espinaca boliviana”.
Popeye es de todos
A lo largo de los
años se crearon varios comic-books basados en Popeye, los cuales fueron
publicados por distintos sellos editoriales, entre ellos Dell Publishing, King Comics,
Gold Key Comics y Charlton Comics. En los comics creados
por Dell, Popeye es un asistente de
policía, con Bluto y personajes mafiosos como enemigos. En “The Previous Adventures of Popeye the Sailor”, el escritor Jim Ruland
imaginó la vida de Popeye antes de conocer a Olive. En 1999, en el 70º
aniversario de Popeye, fue publicado The
Wedding of Popeye and Olive Oyl, escrito por Peter David y distribuido por
Ocean Comics. El comic incluía a varios personajes de las tiras cómicas y
cortometrajes, y narraba la boda de Popeye y Olive, tras décadas de romance. A
pesar de las buenas ventas, este título no fue bien recibido por los lectores y
es considerada una obra apócrifa; por esta razón este matrimonio no ha sido
reflejado en otros medios desde su publicación.
El fin del trabajo
de London en Popeye significó también el final de las tiras diarias del Thimble Theatre, después de 73 años de
publicación continua; mientras tanto, la página dominical continuó a cargo de Hy
Eisman, desde 1994 hasta la actualidad.
Pero el futuro del
personaje y sus compañeros está en juego, ya que desde el 1º de enero de 2009
los derechos de autor de Popeye caducaron en Europa. Según la normativa europea
de derechos de autor, el personaje pasó al dominio público al cumplirse 70 años
del fallecimiento de su autor; pero en Estados Unidos la legislación sobre
copyright considera un plazo de 95 años desde la creación del personaje, lo que
le permite al King Features Syndicate
seguir lucrando con el marino hasta el 31 de diciembre de 2024. El resultado es
claro: mientras que en América sus derechos seguirán a buen recaudo, en Europa
se podrán usar de forma libre los dibujos de Segar para cualquier obra derivada
de aquéllos, desde camisetas, juguetes, muñecos o videojuegos a nuevos cómics
basados en los personajes. El resultado es una inminente estrategia legal por
ambas partes, que de seguro derivará en un conflicto judicial cuya sentencia
final aún no es visible.
Una cosa es segura:
Popeye y sus amigos aún están activos y generan la fascinación de millones de
lectores en todo el mundo, por lo que este 85º aniversario será recordado como
el inicio de una nueva etapa en la historia de una de las tiras cómicas más
famosas de todos los tiempos. Esperemos que el futuro le depare nuevas
aventuras a este marino, y que no se duerma envuelto en una monstruosa pila de
papeles burocráticos.
Salto al cine
Entre 1933 y 1957, Popeye fue el protagonista
de su propia serie de cortometrajes animados, titulada Popeye the sailor (Popeye el marino). Dichos cortos fueron
realizados por varios estudios de animación y figuran en el Libro Guiness de
los Récords como el personaje animado con más cortos realizados para cine: 233.
La trama de los cortometrajes era muy
diferente a la vista en las tiras cómicas, y se repetía a lo largo de cada
cortometraje: un villano (casi siempre Bluto) secuestraba a Olive. Popeye
siempre llevaba las de perder, y solo en el peor momento, cuando ya todo estaba
perdido, contaba con espinacas a la mano (enlatadas, creciendo en una huerta,
en un sobre, etc.), y al comerlas desarrollaba fuerza sobrehumana y vencía al
villano.
Muchos de los personajes de Thimble Theater no aparecieron en los
cortos, y solo fueron incluidos en los años 1960, cuando se hizo la serie de
televisión. Al mismo tiempo fueron incorporados personajes que no existieron en
las tiras cómicas, como los sobrinos de Popeye: Papeye, Pepeye, Pipeye y Pupeye.
Fleischer Studios
La primera aparición de Popeye fue en el
cortometraje animado Popeye the Sailor
(1933), un cortometraje que algunos críticos consideran como parte de la serie
de Betty Boop y no de la serie del marino (Betty aparece durante unos segundos haciendo
el mismo baile de su corto Betty Boop's
Bamboo Isle). El compositor Sammy Lerner escribió para este corto la
canción “Popeye el marino soy”. El
siguiente corto de Popeye, I Yam What I
Yam, fue el primer corto animado “oficial” de la serie Popeye el marino.
El primer actor que le dio voz al personaje
fue William “Billy” Costello, apodado “Red Pepper Sam”; sin embargo, su
carácter era tan insoportable que terminó siendo reemplazado por el animador
Jack Mercer, a partir del cortometraje King
of the Mardi Gras (1935). Olive Oyl fue interpretada por varias actrices,
la más importante fue Mae Questel, nada menos que la voz de Betty Boop. Bluto
fue interpretado por William Pennell, y desde 1935, por Gus Wickie.
Popeye adquirió mayor popularidad de la que
ya tenía con su tira cómica, por lo que Paramount Pictures (distribuidora de
los cortos de Popeye y Betty Boop) creó el “Club de Popeye”, que se emitía en
la matiné de los sábados.
De los 108 cortometrajes de Popeye, 105 fueron
hechos en blanco y negro. Esto permitió abaratar los costos de producción, pero
a cambio los estudios Fleischer usaron técnicas de filmación tridimensional
para darle más realismo a la animación: esta técnica consistía en mezclar los
dibujos con escenarios reales en miniatura filmados con métodos parecidos al de
stopmotion. Antes lo habían hecho con los cortos de Betty Boop y fue un éxito
rotundo.
Así y todo, los otros tres cortos fueron
producidos con la técnica del Technicolor, que por entonces era costosísima: Popeye the Sailor meets Simbad the Sailor
(1936), Popeye the Sailor meets Ali
Baba's Forty Thieves (1937) y Aladdin
and his wonderful lamp (1939). En dichos cortos también se utilizaron
efectos tridimensionales.
El 7 diciembre de 1941 Estados Unidos entró en
la Segunda Guerra Mundial, y Popeye fue uno de tantos personajes que hicieron
propaganda para apoyar a las tropas aliadas; por tal motivo se realizó el corto
The Mighty Navy, en el que se enlistó
en la Armada de los Estados Unidos. En este corto reemplazó su traje de
marinero por el uniforme de la armada, que utilizó de ahí en más.
Famous Studios
En abril de 1942 Max y Dave Fleischer fueron
obligados a dejar su estudio de animación. Paramount Pictures lo compró y rebautizó
como Famous Studios. Con Seymour Kneitel y Isadore Sparber como directores
principales, Popeye continuó siendo producido, y los cortos de esa época lo
ambientaron en la
Segunda Guerra Mundial, peleando contra soldados nazis y
japoneses (lo mismo hicieron con los cortos de Superman que se realizaron por
aquel entonces). Además, desde 1943 todos los cortos de la serie empezaron a
ser producidos completamente en Technicolor. Paramount trasladó el estudio de
vuelta a Nueva York (los Fleischer se habían mudado a Florida para pagar menos
impuestos).
Otros cambios ocurrieron con los actores que
hacían los personajes: Mae Questel, que por un tiempo había dejado de
interpretar a Olive, volvió a retomar su papel. Jack Mercer fue reclutado por
la Armada, y cuando no podía grabar la voz de Popeye, Questel se encargó de reemplazarlo...
una rareza actoral en todo sentido. Jackson Beck fue el elegido para
interpretar a Bluto (Gus Wickie murió en 1938).
De a poco, los cortometrajes volvieron a la
antigua fórmula de Popeye, pero se hicieron diseños más suaves para los
personajes, incluyendo un cambio en la vestimenta y peinado de Olive para
hacerla más acorde a la moda de la época. La animación en general se mantuvo
con altos niveles de calidad, aunque la aplicación de escenas tridimensionales
quedó atrás para abaratar costos.
Así, Famous/Paramount produjo 125
cortometrajes hasta 1957, siendo el último Spooky
Swabs. Los cortos fueron vendidos a Associated Artists Productions (AAP).
AAP fue posteriormente comprado por United Artists y se unió a Metro-Goldwyn-Mayer,
que había sido adquirido por Turner Entertainment en 1986. Turner vendió la
producción de MGM/UA en 1988, pero conservó el material audiovisual, incluyendo
los derechos de Popeye.
Los cortos hechos por los Estudios Fleischer
fueron mandados a Corea del Sur en 1985, donde fueron coloreados. Esto permitió
que sean más atractivos para su emisión por televisión y para el público
infantil actual, pero los efectos tridimensionales desaparecieron por la mala
aplicación de los colores, la cual se hizo de manera cien por ciento artesanal.
Solo con la remasterización digital de los cortos y su posterior comercialización
en DVD a principios del siglo XXI se pudo volver a disfrutar de todo el arte de
los Estudios Fleischer.
Los dibujos de los
1960 para la televisión
En 1960, King Features Syndicate planeó la
creación de nuevos dibujos animados de Popeye para ser emitidos en televisión.
Mercer, Questel y Beck volvieron a interpretar a los personajes, y los dibujos
fueron producidos por un gran número de compañías, incluyendo Jack Kinney
Studios, Rembrandt Studios y Paramount Cartoon Studios (antiguamente Famous
Studios). El presupuesto para televisión era muy ajustado, lo cual jugó en
contra durante la producción de los cortos (la animación es muy simple y
estática), pero permitió la creación de ¡220 episodios en solo dos años!
Los guiones fueron basados en las tiras
cómicas, incluyendo las que fueron realizadas por Segar. Esto permitió la
aparición de los personajes que no fueron incluidos en los cortos para cine,
como el rey Blozo y la Bruja
del Mar.
Los dibujos más
recientes
En 1978, Hanna-Barbera Productions realizó The All-New Popeye Hour, serie animada
con episodios de una hora de duración. Debido a las limitaciones impuestas por
la reglamentación sobre violencia en dibujos animados, no tuvo el éxito
esperado. En 1981 se redujo su formato a media hora, con el nombre The Popeye and Olive Show, pero no
funcionó y fue cancelada en 1983, un año después de la muerte de Jack Mercer.
En 1987 Hanna-Barbera volvió a intentar
suerte con la serie Popeye and Son, en
la cual Popeye y Olive se habían casado y tenían un hijo llamado Popeye Jr.,
quien odiaba pero respetaba las espinacas. Para reemplazar a Mercer, Popeye fue
interpretado por Maurice LaMarche. Este programa fue cancelado luego de
terminar su primera (y única) temporada, de solo 13 episodios.
Desde entonces, Popeye no estrenó nuevos
cortos ni episodios en televisión, pero mantuvo su popularidad gracias a los
canales de programación infantil, que repusieron los viejos cortos y
mantuvieron vivo a los personajes para las nuevas generaciones de televidentes.
Actualmente se pueden ver los cortos en el canal Toon Cast, anexo de Cartoon
Network.
Popeye siempre
vuelve
En 2004 se estrenó el especial Popeye's Voyage: The Quest for Pappy, en
conmemoración del 75º aniversario del marino. LionsGate Entertainment realizó
el especial de televisión, que fue hecho íntegramente por animación computarizada,
y contó con la voz de Billy West (Fry en la serie Futurama) en el papel de Popeye.
La película
El director Robert Altman realizó el único
film con actores sobre el marino. Popeye
se pensó como adaptación general de la tira clásica de Segar y fue
protagonizada por Robin Williams como Popeye (que además fue su primer papel en
cine), Paul Smith como Bluto y Shelley Duvall como Olive. Las canciones fueron
escritas por Harry Nilsson y el guión fue realizado por Jules Feiffer, un
declarado fanático de las tiras cómicas de Segar; por esta razón la mayoría de
los personajes originales aparecieron en la película, ya que además el
guionista buscó recrear la atmósfera de aventura y comicidad que se puede ver
en Thimble Theatre. Fue una co-producción
de Paramount Pictures y Walt Disney Productions y su estreno en cines se realizó
el 12 de diciembre de 1980.
El hecho de estar basada en las tiras cómicas
y no en los dibujos animados hizo que la mayoría del público no la entendiera o
no le gustara, y como resultado, la película fue un rotundo fracaso. Aun así
fue una película taquillera, ya que los U$S 20.000.000 de presupuesto fueron
compensados con los U$S 60.000.000 de recaudación mundial. De todos modos, las únicas
opciones de poder ver este film son por Youtube o buscando el DVD en algún videoclub, ya que en televisión no se transmite
desde hace décadas.
Igualmente, el marino tuerto promete revancha
pronto. En marzo de 2010 se informó de que Sony Pictures Animation está
desarrollando una película con animación CGI y pensada en 3-D, bajo la producción
de Avi Arad.
En noviembre de 2011 Sony anunció que
oficialmente contaba con luz verde el proyecto, ante los excelentes resultados
en taquilla y críticas que obtuvo con la primera parte de Los Pitufos. Sus guionistas, Jay Scherick y David Ronn, escribieron
el guión de la película, y en junio de 2012, se informó de que Genndy
Tartakovsky se ha establecido para dirigirla, en base a su excelente currículum
en el campo de la animación (Tiny Toon
Adventures, The Critic, Dexter’s Laboratory, The Powerpuff Girls, Samurai Jack, Star Wars: Clone Wars, Duck Dodgers, etc.). La fecha de lanzamiento
está prevista para 2015, aunque puede modificarse.
85 años pasaron desde que este singular
marino apareciera de colado en una tira ya establecida, para luego alcanzar la
gloria y la fama que hasta hoy mantiene en todo el mundo. El tiempo dirá como
continuará su epopeya, tanto en las tiras cómicas como en los medios
audiovisuales…