viernes, 17 de enero de 2014

Popeye el Marino también cumple 85

  

Nota actualizada y editada.


Un día como hoy de hace 85 años, un marino asomaba en los cuadritos de una tira cómica común y corriente. A partir de entonces, dicha tira dejo de ser común y corriente, y ese marino llego a ser un ícono del comic estadounidense. Así que prepárense, que vamos a recorrer la historia de Popeye y su creador.


Érase una vez un dibujante


  

Elzie Crisler Segar nació en Chester, Illinois, el 8 de diciembre de 1894. En su juventud trabajó en la Chester Opera House, donde veía las películas y obras teatrales que allí se exhibían. Al mismo tiempo empezó a demostrar interés en contar con dibujos las escenas que más le gustaban, utilizando para ello una tiza y la vereda del teatro. Poco después perfeccionó su estilo aprendiendo con un curso de caricatura por correo.

Su primer trabajo profesional fue en el periódico Chicago Herald: el 12 de marzo de 1916 apareció su primer tira cómica, Charlie Chaplin’s Comic Capers, en la cual volcó toda su pasión por el teatro y el cine contando aventuras del vagabundo, que por aquel entonces estaba en su pico de popularidad.

Al año siguiente la reemplazó por una nueva tira, Barry the Boob, en la cual contaba las andanzas de un soldado en el campo de batalla, en tono de comedia (la Primera Guerra Mundial estaba en su apogeo). En esos días el periódico fue anexado al grupo de medios del millonario William Hearst y Segar pasó a trabajar al Chicago American, donde siguió con su tira.


Una tira sin protagonista

El 19 de diciembre de 1919, Segar comenzó una nueva tira, esta vez en el New York Jornal: Thimble Theatre (Teatro de Dedal).

En esta ocasión volvió al tema de su juventud, contando parodias de películas y obras teatrales con un elenco estable, perfeccionando su estilo humorístico. En el papel principal estaba Olive Oyl (Aceite de Oliva), una casta doncella que desde el primer día se metió en problemas. El eterno novio que siempre tenía que rescatarla se llamaba Williy Wormwood; al poco tiempo se les unió el hermano de Olive, Castor Oyl (Aceite de Castor), que tomo las riendas de la tira de inmediato. Al mismo tiempo, Segar dejo de lado las parodias y empezó a desarrollar historias propias sin perder el aire de obra teatral en la tira.


  

Con estos elementos el Thimble Theatre permaneció en el diario diez años sin otros cambios de importancia, pero sin llamar demasiado la atención de los lectores, hasta el 17 de enero de 1929, cuando por exigencias del guión apareció un nuevo personaje: Popeye el Marino. Este personaje fue inspirado en una persona real del pueblo natal de Segar, llamado Frank “Rocky” Fiegel: testarudo, malhumorado, pero valiente y decidido. Su primera aparición fue decisiva para enganchar al público, mostrándoles un personaje que desentonaba en la tira, justamente por su duro carácter:


  

Nunca se aclaró en qué sector naval de las fuerzas armadas sirvió Popeye; nunca se tocó el tema en las tiras cómicas, pero los cortos animados lo relacionaron con los Guardacostas de los Estados Unidos, la Armada de los Estados Unidos o la United States Merchant Marine.

En su primera aparición, Popeye fue contratado por Castor para pilotar el barco que los ayudaría a cazar una gallina mágica. Durante el viaje de regreso, Popeye recibió un disparo, pero la gallina le otorgó fuerza sobrehumana como recompensa a sus cuidados.


Camino al estrellato

Con Popeye en la tira, el público empezó a interesarse más en el Thimble Theatre. Popeye pasó a ser el personaje favorito de los lectores: inculto, simple, con un amplio lenguaje propio, exagerando términos y modismos marinos, inventando insultos y pronunciando mal alguna que otra palabra para darle más aire ridículo a sus expresiones. Su extraña apariencia también ayudó a su fama: con antebrazos musculosos (en vez de los bíceps), una eterna pipa que lo ayuda a mantener su aspecto gruñón, y el detalle físico que le da su nombre: su ojo tuerto (justamente se llama Pop-eye, “ojo salido”).

En 1931, el marino pasó a liderar la tira, que desde entonces fue rebautizada como Thimble Theatre protagonizado por Popeye. También aparecieron nuevos personajes con el mismo ingenio humorístico impuesto por Popeye. En marzo de ese año debutó en la tira J. Wellington Wimpy (Roque Pilón y Perendengue según la traducción echa por los mexicanos para el mercado hispanohablante), una especie de anti-Popeye, de carácter cobarde, avaro, de opiniones breves pero demoledoras y gran devorador de hamburguesas, que siempre trata de comer fiado (su frase más célebre, y que en alguna ocasión habremos dicho en serio: “Con gusto te pagaré el martes por una hamburguesa de hoy”).

En 1933 aparecieron Swee’Pea (Cocoliso), hijo adoptivo que Popeye recibió por correspondencia, y Poopdeck Pappy, el padre de Popeye. Luego se sumaron George W. Geezil, un zapatero que se llevaba mal con Wimpy, la Bruja del mar, autoproclamada como la última bruja sobre la tierra y Alice the Goon, su secuaz.


  

Una mención aparte merece el personaje más extraño creado por Segar: Eugene the Jeep, un extraño animalito (aparentemente un perro) traído del África, con poderes tan ilimitados como inimaginables, capaz de atravesar paredes como caminar por ellas o por el techo, o incluso capaz de ir realizar viajes interdimensionales. Una leyenda sugiere que en referencia a este personaje el vehículo de combate desarrollado por el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial fue bautizado justamente “Jeep”, debido a su cualidad de superar cualquier obstáculo geográfico sin la menor dificultad.


  

Amanecer y ocaso

Mientras tanto, Max y Dave Fleischer, directores de los Estudios de Animación Fleischer y creadores de Betty Boop interesaron a Segar para llevar a Popeye y sus amigos al campo de los dibujitos animados. En 1933 estrenaron el primer corto: “Popeye the Sailor” (conocido en nuestras tierras como Boop y Popeye el marino), y fue un éxito de taquilla. En ese corto ambos personajes comparten una sola escena, en la cual Betty Boop baila como hawaiana y Popeye la imita.

En ese primer corto también apareció el principal villano de Popeye: Bluto (Brutus), también un marino, pero a diferencia de Popeye, este es claramente agresivo, tramposo, malvado, desleal y lascivo. También nació el argumento de los futuros cortos de la serie: Bluto trata de quedarse con Olive, la cual es rescatada por Popeye, luego de sostener con Bluto una feroz pelea.

También apareció la principal arma de Popeye: la espinaca, la cual es consumida en cantidades excesivas en los dibujos animados, mientras que en la tira Segar la utilizó muy pocas (o ninguna) veces. Sobre este recurso me explayaré más tarde.

Con Popeye en el cine, pronto surgió un impresionante merchandising que abarcó incluso a los otros personajes de la tira, que empezó a ser republicada en comic-books, gracias al trabajo del King Features Syndicate, distribuidora del Thimble Theatre; incluso sus páginas dominicales estaban entre las más leídas por el público. Segar aprovechó para tratar temas vedados para la opinión pública, recorriendo tierras lejanas y reinos ficticios donde abundan personajes sombríos y políticamente incorrectos: recaudadores de impuestos, reyes y políticos de pocas luces, borrachos (Estados Unidos recién salía de los días de la Ley Seca), los problemas económicos (la Gran Depresión estaba en su peor momento), etc. El estilo de dibujo del autor evolucionó de manera notable, creando una atmósfera a veces grotesca pero creíble, volviéndolo icónico para sus lectores.


  

Algo que muchos no saben hoy en día, es que la tira cómica eran diferentes a los cortos animados: las historias eran complejas y con varias tramas, y casi todos los personajes no aparecieron en los dibujos animados (el rey Blozo y Castor, por ejemplo); además, Bluto solo tuvo una aparición. Segar firmaba las primeras tiras cómicas con un cigarrillo, debido a que su apellido era un homófono de “cigar” (cigarrillo en inglés).

Todo apuntaba a que Popeye viviría una época de oro, pero en ese momento se dio a conocer la peor noticia: un examen médico detectó que Segar padecía leucemia. A pesar del agravamiento de su enfermedad, el siguió a cargo de la tira, ayudado por un joven asistente, que por aquel entonces salía con su hija: Forrest C. Sagendorf.

Segar falleció el 25 de abril de 1938, a los 44 años de edad.


Popeye después de Segar

Luego de la muerte de Segar, el Thimble Theatre continuó siendo distribuido por el King Features Syndicate. El gran desafío fue encontrar al artista que pudiera continuar con el personaje, y al guionista que supiera narrar las aventuras del marino con el mismo cinismo y espíritu crítico de Segar.

Forrest “Bud” Sagendorf fue el mejor asistente de Segar, y era el candidato más indicado para hacerse cargo de la tira; sin embargo, los directivos del King Features Syndicate no lo pensaron así, y lo dejaron a cargo de la página dominical, donde demostró ser fiel al espíritu de su maestro.


El show debe seguir

Charles H. “Doc” Winner y Joe Musial fueron los dibujantes de la tira hasta 1939, con guiones de Tom Sims. Doc Winner tenía fama como dibujante, ya que había trabajado para The Katzenjammer Kids, y Musial tuvo la oportunidad de trabajar en muchas de las tiras más exitosas de los periódicos de Hearst, entre ellas, Barney Google y Blondie.

Bela “Bill” Zaboly reemplazó a Winner y quedó como dibujante oficial entre 1939 y 1958. Su estilo de dibujo es claramente diferente al de Segar, adaptándose al formato de una tira de aventuras, y los guiones de Sims también se alejaron de las observaciones cínicas o satíricas del creador de la tira. Popeye y sus amigos pasaron a vivir grandes aventuras en un ambiente similar al impuesto a los dibujos animados, y la espinaca adquirió un papel más importante.



  

Algo que muchos no saben hoy en día, es que la tira cómica eran diferentes a los cortos animados: las historias eran complejas y con varias tramas, y casi todos los personajes no aparecieron en los dibujos animados (el rey Blozo y Castor, por ejemplo); además, Bluto solo tuvo una aparición. Segar firmaba las primeras tiras cómicas con un cigarrillo, debido a que su apellido era un homófono de “cigar” (cigarrillo en inglés).

Todo apuntaba a que Popeye viviría una época de oro, pero en ese momento se dio a conocer la peor noticia: un examen médico detectó que Segar padecía leucemia. A pesar del agravamiento de su enfermedad, el siguió a cargo de la tira, ayudado por un joven asistente, que por aquel entonces salía con su hija: Forrest C. Sagendorf.

Segar falleció el 25 de abril de 1938, a los 44 años de edad.


Popeye después de Segar

Luego de la muerte de Segar, el Thimble Theatre continuó siendo distribuido por el King Features Syndicate. El gran desafío fue encontrar al artista que pudiera continuar con el personaje, y al guionista que supiera narrar las aventuras del marino con el mismo cinismo y espíritu crítico de Segar.

Forrest “Bud” Sagendorf fue el mejor asistente de Segar, y era el candidato más indicado para hacerse cargo de la tira; sin embargo, los directivos del King Features Syndicate no lo pensaron así, y lo dejaron a cargo de la página dominical, donde demostró ser fiel al espíritu de su maestro.


El show debe seguir

Charles H. “Doc” Winner y Joe Musial fueron los dibujantes de la tira hasta 1939, con guiones de Tom Sims. Doc Winner tenía fama como dibujante, ya que había trabajado para The Katzenjammer Kids, y Musial tuvo la oportunidad de trabajar en muchas de las tiras más exitosas de los periódicos de Hearst, entre ellas, Barney Google y Blondie.

Bela “Bill” Zaboly reemplazó a Winner y quedó como dibujante oficial entre 1939 y 1958. Su estilo de dibujo es claramente diferente al de Segar, adaptándose al formato de una tira de aventuras, y los guiones de Sims también se alejaron de las observaciones cínicas o satíricas del creador de la tira. Popeye y sus amigos pasaron a vivir grandes aventuras en un ambiente similar al impuesto a los dibujos animados, y la espinaca adquirió un papel más importante.


  

Tras la muerte de Sims, Ralph Stein escribió los guiones entre 1954 y 1958, continuando con la línea de trabajo de su predecesor.


Bud Sagendorf: la vuelta a la gloria

Luego de veinte años viviendo aventuras menores, el Thimble Theatre quedó finalmente a cargo de quien debió ser el sucesor de Segar: Bud Sagendorf.

Con él a cargo de todo el proceso creativo desde 1958, las aventuras de Popeye volvieron al clima narrativo de sus orígenes, contando largas aventuras donde se priorizaba la “situación de bofetadas humorísticas” por sobre la acción en sí, y mostrando el lado satírico y burlón de situaciones basadas en la vida real.

Sagendorf devolvió al juego varios personajes creados por Segar, entre ellos O.G. Wotasnozzle y el rey Blozo, que hacía muchos años que habían desaparecido de la tira, pero no reintrodujo al antiguo novio de Olive, quizá para no reflotar la idea de que Olive lo dejó por Popeye. Este cambio fue favorable para la creación de nuevas historias, y también se reflejó en los cortos para televisión de los años 1960. La única diferencia entre ambos artistas era el ritmo de narración (era más rápido en las de Segar).



  

Sagendorf continuó la tira diaria hasta 1986, pero continuó dibujando la página dominical hasta su fallecimiento, el 22 de septiembre de 1994, víctima de un derrame cerebral. Su muerte fue muy sentida por los medios, ya que se lo sigue considerando como el mejor artista a cargo de Popeye, luego de su creador. Además de miles de tiras, Sagendorf escribió el libro Popeye: sus primeros 50 años, donde repasó la vida del marino.


  

Popeye en Argentina

En nuestro país Popeye se publicó inicialmente en las revistas de Editorial Columba y Ediciones Récord, principalmente en El Tony y Skorpio. Entre los años 1970 y 1990 la Editorial Seijas editó varias publicaciones en formato apaisado, usando aventuras completas de Ralph Stein y Bill Zaboly, y más tarde de Bud Sagendorf; además incluyó historietas de distintos artistas locales, como Pedro Seguí, Goyo Mazzeo, Héctor Torino y Tito Sídoli, entre otros. El título de las revistas fue variando: Espagueti, Popeye, La familia Popeye, Nuevas aventuras del marinero Popeye, etc. Incluso el nombre de los personajes fue cambiado, de acuerdo con la traducción hecha por lingüistas mexicanos y argentinos: Popeye fue Espagueti por un tiempo, Olive Oyl fue Rosario Bastón y J. Wellington Wimpy fue Roque Pilón y Perendengue. Además, las tiras de Popeye fueron incluidas en las otras revistas de la editorial, como Capicúa y Afanancio, hasta que la crisis económica de finales de 2001 hizo que la editorial cierre por quiebra.

Al mismo tiempo, las páginas dominicales posteriores a la “era Sagendorf” fueron publicados en Croniquita, la revista infantil del diario Crónica.




  

En 2012 el marino también estuvo presente en nuestra publicidad, a raíz de su aparición como invitado de los cortos publicitarios de Mamá Luchetti. En dichos cortos se lo puede ver dos oportunidades, con el clásico uniforme de la época de los Estudios Fleischer. Lo que no se respetó de su fisonomía, y que generó un auténtico y apasionado debate, fue la eliminación de su característica pipa, debido a que no se consideró apropiado que el público infantil quede expuesto a una imagen “propensa al tabaquismo”.


Bobby London y el aborto


  

En 1986, la tira quedó a cargo de Bobby London, autor conocido por tener una mirada revolucionaria del comic estadounidense, aunque también cuestionado por su humor sin consideraciones morales o éticas: llegó a dibujar un álbum basado en los personajes de Walt Disney, en el que hizo tener sexo a Mickey y Minnie después de haberlos hecho tomar drogas. El trabajo de London modernizó a Popeye, manteniendo intacto el antiguo espíritu de las tiras de Segar y Sagendorf. Todo apuntaba a una nueva época de gloria para el ya veterano personaje, pero London se caracterizó por romper los límites del humor “inocente”, y presentar situaciones más apropiadas para el público adulto. En 1992 London introdujo una historia en la tira que aún genera debates entre los lectores.

En dicha historia, Popeye y Olive devolvían una muñeca llegada por correo, y Olive decía: “Hay que devolver este bebé a su creador”. El eje de esta historia era mostrar la visión del norteamericano promedio acerca del aborto, y más que nada la postura mojigata e hipócrita que suele atribuírsele a los grupos evangelistas y católicos sobre el tema. A raíz del escándalo desatado, el King Features Syndicate despidió a London y tuvo que pedir disculpas a miles de enfurecidos lectores.


¡Popeye está hablando del faaaaso!

Uno de los secretos a voces más populares sobre Popeye es justamente el uso de la espinaca como mención intencional de la marihuana y su consumo. Siempre se dijo que dichos vegetales eran los responsables de su fuerza sobrehumana, necesaria para combatir al enemigo de turno (casi siempre Bluto), pero esta explicación contradice por completo el origen del personaje, ya que en sus primeras apariciones en el Thimble Theatre se cuenta como una gallina mágica le otorgó la super fuerza. Popeye comía espinaca, pero sólo por gusto.

Los cortos animados también contribuyeron a nutrir esta leyenda, al convertir a Popeye en un adicto a la espinaca. La intención original era publicitar los aportes de hierro a nuestro organismo al consumir estos vegetales, pero el mensaje empleado no fue el más adecuado: Popeye las consume para ser fuerte y así vencer a sus enemigos; el no tenerlas a mano lo vuelve débil y vulnerable, al punto de no poder hacer nada sin ellas. Las tiras de Sagendorf también continuaron esta línea argumental:




  

En aquellos días, la palabra “espinaca” era un apodo de la marihuana. La canción “The Spinach Song” (canción de la espinaca) grabada por Julia Lee & Her Boyfriends en 1938 fue durante años el tema popular en los clubes donde se consumía.

En las tiras cómicas de 1934 se pueden encontrar referencias explícitas de la droga: Popeye enfrentaba a un capataz que alimentaba a unos mineros con yerbas enervantes, además en los cortos de la década del ‘60 Popeye llegó a aspirar espinaca quemada en un horno con su pipa y tuvo un perro llamado “Birdseed” (semillas para pájaros). Se cree que es una alusión a la vieja costumbre de usar la marihuana como alimento para pájaros antes de su prohibición.

En un corto de 1954 Popeye cuenta que Hércules fue su antepasado. En una escena éste último es mostrado aspirando ajo y comiendo espinaca, lo cual también fue visto como metáfora a la cocaína y la marihuana. También se dice que se pueden escuchar mensajes subliminales reproduciendo su canción en reversa en discos de vinilo.

Ya en los años 1980, Bobby London hizo otra referencia explícita a la marihuana: Popeye y Wimpy recogían un cargamento de “pura espinaca boliviana”.


Popeye es de todos

A lo largo de los años se crearon varios comic-books basados en Popeye, los cuales fueron publicados por distintos sellos editoriales, entre ellos Dell Publishing, King Comics, Gold Key Comics y Charlton Comics. En los comics creados por Dell, Popeye es un asistente de policía, con Bluto y personajes mafiosos como enemigos. En “The Previous Adventures of Popeye the Sailor”, el escritor Jim Ruland imaginó la vida de Popeye antes de conocer a Olive. En 1999, en el 70º aniversario de Popeye, fue publicado The Wedding of Popeye and Olive Oyl, escrito por Peter David y distribuido por Ocean Comics. El comic incluía a varios personajes de las tiras cómicas y cortometrajes, y narraba la boda de Popeye y Olive, tras décadas de romance. A pesar de las buenas ventas, este título no fue bien recibido por los lectores y es considerada una obra apócrifa; por esta razón este matrimonio no ha sido reflejado en otros medios desde su publicación.

El fin del trabajo de London en Popeye significó también el final de las tiras diarias del Thimble Theatre, después de 73 años de publicación continua; mientras tanto, la página dominical continuó a cargo de Hy Eisman, desde 1994 hasta la actualidad.


  

Pero el futuro del personaje y sus compañeros está en juego, ya que desde el 1º de enero de 2009 los derechos de autor de Popeye caducaron en Europa. Según la normativa europea de derechos de autor, el personaje pasó al dominio público al cumplirse 70 años del fallecimiento de su autor; pero en Estados Unidos la legislación sobre copyright considera un plazo de 95 años desde la creación del personaje, lo que le permite al King Features Syndicate seguir lucrando con el marino hasta el 31 de diciembre de 2024. El resultado es claro: mientras que en América sus derechos seguirán a buen recaudo, en Europa se podrán usar de forma libre los dibujos de Segar para cualquier obra derivada de aquéllos, desde camisetas, juguetes, muñecos o videojuegos a nuevos cómics basados en los personajes. El resultado es una inminente estrategia legal por ambas partes, que de seguro derivará en un conflicto judicial cuya sentencia final aún no es visible.

Una cosa es segura: Popeye y sus amigos aún están activos y generan la fascinación de millones de lectores en todo el mundo, por lo que este 85º aniversario será recordado como el inicio de una nueva etapa en la historia de una de las tiras cómicas más famosas de todos los tiempos. Esperemos que el futuro le depare nuevas aventuras a este marino, y que no se duerma envuelto en una monstruosa pila de papeles burocráticos.


Salto al cine


  

Entre 1933 y 1957, Popeye fue el protagonista de su propia serie de cortometrajes animados, titulada Popeye the sailor (Popeye el marino). Dichos cortos fueron realizados por varios estudios de animación y figuran en el Libro Guiness de los Récords como el personaje animado con más cortos realizados para cine: 233.

La trama de los cortometrajes era muy diferente a la vista en las tiras cómicas, y se repetía a lo largo de cada cortometraje: un villano (casi siempre Bluto) secuestraba a Olive. Popeye siempre llevaba las de perder, y solo en el peor momento, cuando ya todo estaba perdido, contaba con espinacas a la mano (enlatadas, creciendo en una huerta, en un sobre, etc.), y al comerlas desarrollaba fuerza sobrehumana y vencía al villano.

Muchos de los personajes de Thimble Theater no aparecieron en los cortos, y solo fueron incluidos en los años 1960, cuando se hizo la serie de televisión. Al mismo tiempo fueron incorporados personajes que no existieron en las tiras cómicas, como los sobrinos de Popeye: Papeye, Pepeye, Pipeye y Pupeye.


Fleischer Studios

La primera aparición de Popeye fue en el cortometraje animado Popeye the Sailor (1933), un cortometraje que algunos críticos consideran como parte de la serie de Betty Boop y no de la serie del marino (Betty aparece durante unos segundos haciendo el mismo baile de su corto Betty Boop's Bamboo Isle). El compositor Sammy Lerner escribió para este corto la canción “Popeye el marino soy”. El siguiente corto de Popeye, I Yam What I Yam, fue el primer corto animado “oficial” de la serie Popeye el marino.

El primer actor que le dio voz al personaje fue William “Billy” Costello, apodado “Red Pepper Sam”; sin embargo, su carácter era tan insoportable que terminó siendo reemplazado por el animador Jack Mercer, a partir del cortometraje King of the Mardi Gras (1935). Olive Oyl fue interpretada por varias actrices, la más importante fue Mae Questel, nada menos que la voz de Betty Boop. Bluto fue interpretado por William Pennell, y desde 1935, por Gus Wickie.

Popeye adquirió mayor popularidad de la que ya tenía con su tira cómica, por lo que Paramount Pictures (distribuidora de los cortos de Popeye y Betty Boop) creó el “Club de Popeye”, que se emitía en la matiné de los sábados.

De los 108 cortometrajes de Popeye, 105 fueron hechos en blanco y negro. Esto permitió abaratar los costos de producción, pero a cambio los estudios Fleischer usaron técnicas de filmación tridimensional para darle más realismo a la animación: esta técnica consistía en mezclar los dibujos con escenarios reales en miniatura filmados con métodos parecidos al de stopmotion. Antes lo habían hecho con los cortos de Betty Boop y fue un éxito rotundo.


Así y todo, los otros tres cortos fueron producidos con la técnica del Technicolor, que por entonces era costosísima: Popeye the Sailor meets Simbad the Sailor (1936), Popeye the Sailor meets Ali Baba's Forty Thieves (1937) y Aladdin and his wonderful lamp (1939). En dichos cortos también se utilizaron efectos tridimensionales.





  

El 7 diciembre de 1941 Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial, y Popeye fue uno de tantos personajes que hicieron propaganda para apoyar a las tropas aliadas; por tal motivo se realizó el corto The Mighty Navy, en el que se enlistó en la Armada de los Estados Unidos. En este corto reemplazó su traje de marinero por el uniforme de la armada, que utilizó de ahí en más.


Famous Studios


  

En abril de 1942 Max y Dave Fleischer fueron obligados a dejar su estudio de animación. Paramount Pictures lo compró y rebautizó como Famous Studios. Con Seymour Kneitel y Isadore Sparber como directores principales, Popeye continuó siendo producido, y los cortos de esa época lo ambientaron en la Segunda Guerra Mundial, peleando contra soldados nazis y japoneses (lo mismo hicieron con los cortos de Superman que se realizaron por aquel entonces). Además, desde 1943 todos los cortos de la serie empezaron a ser producidos completamente en Technicolor. Paramount trasladó el estudio de vuelta a Nueva York (los Fleischer se habían mudado a Florida para pagar menos impuestos).

Otros cambios ocurrieron con los actores que hacían los personajes: Mae Questel, que por un tiempo había dejado de interpretar a Olive, volvió a retomar su papel. Jack Mercer fue reclutado por la Armada, y cuando no podía grabar la voz de Popeye, Questel se encargó de reemplazarlo... una rareza actoral en todo sentido. Jackson Beck fue el elegido para interpretar a Bluto (Gus Wickie murió en 1938).

De a poco, los cortometrajes volvieron a la antigua fórmula de Popeye, pero se hicieron diseños más suaves para los personajes, incluyendo un cambio en la vestimenta y peinado de Olive para hacerla más acorde a la moda de la época. La animación en general se mantuvo con altos niveles de calidad, aunque la aplicación de escenas tridimensionales quedó atrás para abaratar costos.


  

Así, Famous/Paramount produjo 125 cortometrajes hasta 1957, siendo el último Spooky Swabs. Los cortos fueron vendidos a Associated Artists Productions (AAP). AAP fue posteriormente comprado por United Artists y se unió a Metro-Goldwyn-Mayer, que había sido adquirido por Turner Entertainment en 1986. Turner vendió la producción de MGM/UA en 1988, pero conservó el material audiovisual, incluyendo los derechos de Popeye.

Los cortos hechos por los Estudios Fleischer fueron mandados a Corea del Sur en 1985, donde fueron coloreados. Esto permitió que sean más atractivos para su emisión por televisión y para el público infantil actual, pero los efectos tridimensionales desaparecieron por la mala aplicación de los colores, la cual se hizo de manera cien por ciento artesanal. Solo con la remasterización digital de los cortos y su posterior comercialización en DVD a principios del siglo XXI se pudo volver a disfrutar de todo el arte de los Estudios Fleischer.


Los dibujos de los 1960 para la televisión

En 1960, King Features Syndicate planeó la creación de nuevos dibujos animados de Popeye para ser emitidos en televisión. Mercer, Questel y Beck volvieron a interpretar a los personajes, y los dibujos fueron producidos por un gran número de compañías, incluyendo Jack Kinney Studios, Rembrandt Studios y Paramount Cartoon Studios (antiguamente Famous Studios). El presupuesto para televisión era muy ajustado, lo cual jugó en contra durante la producción de los cortos (la animación es muy simple y estática), pero permitió la creación de ¡220 episodios en solo dos años!

Los guiones fueron basados en las tiras cómicas, incluyendo las que fueron realizadas por Segar. Esto permitió la aparición de los personajes que no fueron incluidos en los cortos para cine, como el rey Blozo y la Bruja del Mar.


Los dibujos más recientes

En 1978, Hanna-Barbera Productions realizó The All-New Popeye Hour, serie animada con episodios de una hora de duración. Debido a las limitaciones impuestas por la reglamentación sobre violencia en dibujos animados, no tuvo el éxito esperado. En 1981 se redujo su formato a media hora, con el nombre The Popeye and Olive Show, pero no funcionó y fue cancelada en 1983, un año después de la muerte de Jack Mercer.

En 1987 Hanna-Barbera volvió a intentar suerte con la serie Popeye and Son, en la cual Popeye y Olive se habían casado y tenían un hijo llamado Popeye Jr., quien odiaba pero respetaba las espinacas. Para reemplazar a Mercer, Popeye fue interpretado por Maurice LaMarche. Este programa fue cancelado luego de terminar su primera (y única) temporada, de solo 13 episodios.

Desde entonces, Popeye no estrenó nuevos cortos ni episodios en televisión, pero mantuvo su popularidad gracias a los canales de programación infantil, que repusieron los viejos cortos y mantuvieron vivo a los personajes para las nuevas generaciones de televidentes. Actualmente se pueden ver los cortos en el canal Toon Cast, anexo de Cartoon Network.


Popeye siempre vuelve

En 2004 se estrenó el especial Popeye's Voyage: The Quest for Pappy, en conmemoración del 75º aniversario del marino. LionsGate Entertainment realizó el especial de televisión, que fue hecho íntegramente por animación computarizada, y contó con la voz de Billy West (Fry en la serie Futurama) en el papel de Popeye.


La película


  

El director Robert Altman realizó el único film con actores sobre el marino. Popeye se pensó como adaptación general de la tira clásica de Segar y fue protagonizada por Robin Williams como Popeye (que además fue su primer papel en cine), Paul Smith como Bluto y Shelley Duvall como Olive. Las canciones fueron escritas por Harry Nilsson y el guión fue realizado por Jules Feiffer, un declarado fanático de las tiras cómicas de Segar; por esta razón la mayoría de los personajes originales aparecieron en la película, ya que además el guionista buscó recrear la atmósfera de aventura y comicidad que se puede ver en Thimble Theatre. Fue una co-producción de Paramount Pictures y Walt Disney Productions y su estreno en cines se realizó el 12 de diciembre de 1980.




El hecho de estar basada en las tiras cómicas y no en los dibujos animados hizo que la mayoría del público no la entendiera o no le gustara, y como resultado, la película fue un rotundo fracaso. Aun así fue una película taquillera, ya que los U$S 20.000.000 de presupuesto fueron compensados con los U$S 60.000.000 de recaudación mundial. De todos modos, las únicas opciones de poder ver este film son por Youtube o buscando el DVD en algún videoclub, ya que en televisión no se transmite desde hace décadas.


Igualmente, el marino tuerto promete revancha pronto. En marzo de 2010 se informó de que Sony Pictures Animation está desarrollando una película con animación CGI y pensada en 3-D, bajo la producción de Avi Arad.

En noviembre de 2011 Sony anunció que oficialmente contaba con luz verde el proyecto, ante los excelentes resultados en taquilla y críticas que obtuvo con la primera parte de Los Pitufos. Sus guionistas, Jay Scherick y David Ronn, escribieron el guión de la película, y en junio de 2012, se informó de que Genndy Tartakovsky se ha establecido para dirigirla, en base a su excelente currículum en el campo de la animación (Tiny Toon Adventures, The Critic, Dexter’s Laboratory, The Powerpuff Girls, Samurai Jack, Star Wars: Clone Wars, Duck Dodgers, etc.). La fecha de lanzamiento está prevista para 2015, aunque puede modificarse.



85 años pasaron desde que este singular marino apareciera de colado en una tira ya establecida, para luego alcanzar la gloria y la fama que hasta hoy mantiene en todo el mundo. El tiempo dirá como continuará su epopeya, tanto en las tiras cómicas como en los medios audiovisuales…

viernes, 10 de enero de 2014

85º aniversario de Tintín

  

Ilustración de Telma Daniela Quipildor.


Nota actualizada y editada.

Así es, en el día de la fecha se conmemora el aniversario de uno de los personajes de historieta más famosos a nivel mundial, y a modo de homenaje recorreremos su historia, comenzando con la biografía de su autor.


Hergé


  

Georges Prosper Remi nació en Etterbeek, Bélgica, el 22 de mayo de 1907. Siendo muy chico demostró inclinación por el dibujo; con solo siete años se pasaba la mayor parte del tiempo en clase dibujando en las hojas de su cuadernos las peripecias de un jovencito que le hacía la vida imposible al invasor: eran los años de la ocupación alemana en Bélgica durante de la Primera Guerra Mundial (28 de julio de 1914 - 3 de noviembre de 1918).

Por decisión paterna, Remi cursó la secundaria en un colegio religioso, el Saint Boniface, hecho que influenció su vida y ayudó a desarrollar sus convicciones ideológicas. Allí fue un alumno destacado, pero nunca tomó lecciones de dibujo. Al mismo tiempo se incorporó a los Boy-scouts, con quienes se identificó plenamente, y realizó sus primeros viajes en España, Austria, Suiza e Italia. En 1922 publicó su primera historieta en la revista Le Boy-Scout, firmando con su nombre real; recién en 1924 empezó a utilizar el seudónimo de Hergé, formado por la pronunciación de las iniciales de su nombre invertidas, en francés. En 1925 entró a trabajar en el departamento de suscripciones de Le XXem Siècle, periódico ultraconservador de orientación clerical y nacionalista; mientras que en Le Boy-Scout Belge publicó su primera serie: Totor, jefe de patrulla de los Abejorros.

En aquellos años iniciales, el joven Hergé recibió la influencia del director de Le XXem Siècle, el abate Norbert Wallez, quien lo animó a leer, instruirse e ilustrarse, convirtiéndolo así en un autodidacta. Al mismo tiempo cumplió con el servicio militar, llegando al grado de sargento, y en sus ratos libres siguió dibujando y perfeccionando su técnica.

Más adelante, Wallez le encargó la realización de un suplemento juvenil del periódico: Le Petit Vingtième, cuyo primer número apareció en 1928.

Al poco tiempo Hergé creó sus propias series para el suplemento. Así nacieron Tintín y Milú (1929), Quique y Flupi (Quick et Flupke, 1930) y Las aventuras de Jo, Zette y Jocko (1934); todos ellos como protagonista de largas historias de acción y aventuras. En esos días conoció a Germaine Kieckiens, secretaria de Le XXem Siècle, con quien se casó en 1932.


Tintín, una estrella en ascenso


  

La primera aventura de Tintín, ya entonces publicada bajo el título de Tíntín en el país de los Soviets, narra la misión de Tintín de hacer una nota periodística sobre la vida de la población rusa bajo el régimen soviético, sufriendo mil y un problemas para lograrlo, y con su vida en peligro en todo momento, para luego volver sano y salvo a Bruselas, donde él y Milú son ovacionados por la gente a su regreso. El éxito de este personaje fue inmediato, por lo que en 1931 publicó su segundo episodio, Tintín en el Congo, donde el reportero y su perro recorrieron el por entonces Congo Belga, con una misión similar a la anterior. Al mismo tiempo, la serie empezó a ser publicada en periódicos franceses, y Ediciones Casterman empezó su publicación en álbumes, contribuyendo a la difusión del personaje.

Si bien estas aventuras fueron un rotundo éxito, también recibieron sus primeras críticas: en ambos episodios los rusos y los indígenas africanos son vistos como seres de poca inteligencia, cobardes y supersticiosos; además, la influencia de Norbert Wallez, de ideas anticomunistas y nacionalistas, sumado a las propias ideologías de Hergé le imprimieron a la serie un sello claramente propagandístico, que al poco tiempo avergonzó al propio autor.

Estos inconvenientes no evitaron que Tintín tuviera un éxito impresionante, que fue bien estimulado y promocionado: ni bien terminó de publicarse Tintín en el país de los Soviets, un joven contratado por el periódico se vistió como Tintín y se tomó el tren a Bruselas; a su llegada fue ovacionado por una muchedumbre de jóvenes que, enterados de la noticia, fueron a recibirlo a la estación, recreando el final de la aventura de Tintín.

Con el tercer álbum, Tintín en América, la serie cambió de rumbo favorablemente: la acción pasó al segundo plano, destacándose el papel de los personajes que la componían, y los temas contemporáneos empezaron a desaparecer para evitar controversias; también desaparecieron casi todos los intentos de crítica o propaganda. En esos años Hergé conoció a Tchang Tchong-Jen, joven estudiante chino de Bellas Artes en la Universidad de Lovaina, quien lo introdujo en la cultura china. Para homenajear a su amigo creó a Tchang, el amigo asiático de Tintín. A partir de entonces, Hergé procuró documentarse a fondo sobre los lugares a los que debía viajar Tintín, cuidando minuciosamente cada detalle.


Los años oscuros

El 1º de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia, hecho que marcó el inicio de la Segunda Guerra Mundial; en 1940, Francia y Bélgica fueron ocupadas por los ejércitos alemanes. Durante dicha ocupación se implantó la ley marcial para someter a la población civil, silenciando cualquier voz opositora al régimen. Como consecuencia de esta política, Le Vingtième Siècle y Le Petit Vingtième fueron clausurados, poniendo fin a todas las series de Hergé, con la excepción de Tintín.

En octubre de ese año, Hergé entró como redactor en jefe del suplemento juvenil Le Soir Jeunesse, del periódico Le Soir. Tintín siguió publicándose con menos páginas por aventura debido a la carencia de papel a causa de la guerra, pero empezaron a editarse en color.

El 3 de septiembre de 1944 Bélgica fue liberada por las tropas aliadas. El alto mando aliado tomó la decisión de investigar a los responsables de las publicaciones editadas durante la ocupación, sin importar su implicación política. Le Soir fue clausurado y Hergé fue arrestado cuatro veces por la Seguridad del Estado, la policía judicial, el Movimiento Nacional Belga y el Frente de la Independencia, acusado de simpatizar con el Nazismo y el Rexismo. Su continua actividad profesional de Hergé bajo la ocupación nazi le valió ante muchos el calificativo de “colaboracionista”, y su trabajo en Le Soir fue puesto bajo sospecha. Con el tiempo dichas acusaciones fueron olvidadas, pero su reputación quedó en entredicho permanentemente.


Renacimiento

El 26 de septiembre de 1946 apareció el semanario belga Le Journal de Tintín, de publicación semanal, con el subtítulo de “revista para jóvenes entre 7 y 77 años”, y contaba con dos páginas de las aventuras de Tintín, comenzando con Las siete bolas de cristal (que había quedado inconclusa), así como con otras tiras y artículos diversos. Con el tiempo llegó a ser un exponente de la BD belga, compitiendo seriamente con Le Journal de Spirou hasta que fue eclipsada por Pilote. Llegó a tener una tirada superior a los 100.000 ejemplares semanales, y entre sus series más importantes se encuentran Blake y Mortimer, de Edgar P. Jacobs, Alix, de Jacques Martin, Corentin, de Paul Cuvelier, Les Quatre Fils Aymon, de Jacques Laudy, etc.

Pero el esfuerzo de llevar adelante la revista tuvo su precio. Entre 1949 y 1950, Hergé sufrió varias crisis nerviosas, que lo obligaron a tomarse descansos forzados. A fin de trabajar más liviano y ordenado, el 6 de abril de 1950 creó los Estudios Hergé. Estos contaban con asistentes que lo ayudaron en la producción de nuevas aventuras de Tintín; entre ellos se destacaron (además de los ya mencionados), Roger Leloup y Bob de Moor, entre otros.

Mientras tanto, su matrimonio se fue deteriorando de manera irremediable, lo cual contribuyó al decaimiento de su salud. Ante una nueva crisis nerviosa consultó a un psicoanalista suizo, quien le aconsejó dejar de trabajar en Tintín. Pero en vez de eso, Hergé se embarcó en la creación del álbum Tintín en el Tíbet, que llegó a ser su obra favorita, tanto para él como para el público. En esta obra no hay villano, ni trama de enredos o espías; simplemente es una obra de alto valor humano, con mucho espacio para la emoción y la reflexión, en donde el autor dejó una huella clara de sus problemas personales en el relato.


Sus últimos años

Las últimas aventuras de Tintín fueron producidas a un ritmo lento: un álbum cada 8 o 9 años. Nunca se explicó el porqué de semejante merma en sus obras, pero se ha especulado que el éxito de Tintín había superado al propio Hergé, por lo cual el creador se habría hartado de su creación. Otra versión sugiere que Hergé había finalizado con la serie de Tintín, pero que tuvo que volver a realizar nuevos álbumes para competir con los abrumadores éxitos editoriales de Astérix el galo y Lucky Luke, que en ese entonces alcanzaron gran popularidad. El último álbum completo, Tintín y los “Pícaros” salió a la venta en 1975.

Durante esa época, Hergé dedicó su tiempo a cumplir viejos sueños: en 1971 visitó Estados Unidos por primera vez, encontrándose con los parajes y culturas que lo habían fascinado en su juventud. En 1973 visitó Taiwán, aceptando una invitación cursada treinta años antes por el gobierno del Kuomintang, en agradecimiento por el álbum El loto azul. Su vida privada también se fue tranquilizando: se separó de su primera esposa, Germaine, en 1960, divorciándose de ella en 1975, por lo que pudo casarse con Fanny Vlaminck, su segunda y última esposa, en 1977.

En 1973 recibió el Premio Saint-Michel, y en 1977 le fue otorgada la Medalla bermeja de la ciudad de Angulema, en Francia. En 1978, Hergé fue nombrado Oficial de la Orden de la Corona, en Bruselas.

1982 fue un año en que el veterano dibujante dio de que hablar al mundo: se hizo pública una carta que él mismo escribió al dictador argentino Leopoldo Galtieri, exigiendo el paradero de Héctor G. Oesterheld, creador de (entre otras obras) El Eternauta, Sargento Kirk y Mort Cinder, consideradas como clásicos de la historieta mundial; y también anunció que estaba preparando una nueva aventura de Tintín: Tintín y el Arte-Alfa. Pero la anemia que venía sufriendo desde hacía rato como consecuencia de la leucemia no le permitió completar esta obra: Hergé murió el 3 de marzo de 1983, a los 75 años, en la Clínica Universitaria Saint Luc. Tintín y el Arte-Alfa fue publicada a título póstumo como un conjunto de bocetos y notas en 1986. En 1987, Fanny cerró los estudios Hergé, sustituyéndolos por la Fundación Hergé. Le Journal de Tintín dejó de publicarse en 1988. Como nota adicional, Tintín y el Arte-Alfa fue originalmente publicada de manera inconclusa, y reeditada con más detalles en 2004.

Cuestionado, marginado, pero admirado, estudiado y eternamente copiado, Hergé sigue siendo considerado el mayor autor de BD europea y uno de los dibujantes de historieta más famoso del mundo, comparado con otros grandes como Jack Kirby, Alberto Breccia y Hugo Pratt, entre otros.


Tintín, el aventurero que se sigue reescribiendo


  

A diferencia de otros personajes de historieta, Tintín tuvo una carrera accidentada: sus álbumes fueron retocados en más de una ocasión para agilizar y resumir la acción y eliminar tramas innecesarias y elementos negativos o incluso ofensivos para el público. Sus primeras obras fueron las más manipuladas, excepto Tintín en el país de los Sóviets, que fue reimpresa en muy pocas ocasiones y sin ningún retoque, ya que por su formato y argumento folletinesco y propagandístico Hergé nunca tuvo interés en reeditarla.

Las demás aventuras fueron modificadas a partir de 1946, redibujando las viñetas y reduciéndolas, de las originales 100 o 120 páginas a solo 62 por álbum; además fueron coloreadas. A fin de lograr un trabajo más prolijo, Hergé concibió un método de dibujo particular: la línea clara (más abajo se detalla este método), que ha influenciado tanto a sus asistentes como a numerosos artistas de varias generaciones.

Otro recurso del que se valió Hergé es el de la documentación para sus trabajos, a fin de ofrecer a los lectores una visión fiel y respetuosa del país o región que es retratado: en El loto azul, los carteles en chino que aparecen en la obra no son meros dibujos caligráficos, sino auténticas frases en ese idioma, a menudo de carácter político, denunciando la ocupación japonesa de la región china de Manchuria (1930-1945). Y el realismo de los libros Objetivo: la Luna y Aterrizaje en la Luna (se publicaron 15 años antes de las misiones Apolo a la Luna) hizo que la revista París-Match encargara a Hergé ilustrar la explicación de la misión del Apolo 12 (noviembre de 1969).

Su documentación llegó a ser tan precisa, que los periódicos de Bruselas del 4 de marzo de 1983 ilustraron con viñetas de Tintín tanto la muerte de Hergé como las demás noticias del día.

Aun así, la obra de Hergé continuó generando polémicas: Tintín en el Congo es un álbum que sigue siendo considerado como apología del racismo y del colonialismo, y ha recibido críticas por su desmedida violencia contra los animales. Y los indígenas son mostrados como indolentes y estúpidos (los elefantes hablan un perfecto francés mientras que los indígenas hablan una lengua con una sintaxis aproximada). Hace unos años, la Comisión para la Igualdad Racial británica (CRE en sus siglas en inglés) pidió a las librerías del Reino Unido que no colocaran el libro en su sección infantil. Como consecuencia de esta campaña en contra, las ventas de dicho álbum crecieron en un 4.000% en ese país.


  

Por otro lado, de los álbumes previos a 1946 se les eliminó cualquier detalle que comprometiera el argumento de la aventura con hechos históricos contemporáneos. Pero La estrella misteriosa tiene sus defectos: El villano es un judío estadounidense llamado Blumenstein que se transformará en la segunda versión en el banquero del imaginario país latinoamericano de Sao Rico, Bohlwinkel. Y los científicos que componen una expedición pertenecen a países del Eje o neutrales, no hay ningún científico Aliado. Las modificaciones introducidas en 1952 suavizan un tanto el aire pronazi del argumento, aunque tampoco son sustanciales: Bohlwinkel sigue siendo un apellido judío (aunque menos reconocible que Blumenstein) y el personaje sigue teniendo los rasgos que se atribuyen a los judíos en la propaganda antisemita: gran nariz, gruesos labios...

Por último se “destaca” en esta lista negra el álbum Stock de coque (1958), que ha sido criticado por su visión estereotipada de los africanos, tanto en apariencia como en comportamiento; aunque obviamente de buen-corazón, los personajes negros son mostrados como infantiles y simples. El fin del álbum fue realizar una denuncia de la esclavitud, que afecta a musulmanes africanos en cada peregrinación a La Meca. Como Hergé fue tildado de racista, en 1967 se publicó una nueva edición del álbum, corregida, en la cual modificó la forma de expresarse de las víctimas del tráfico de esclavos.


  

En la actualidad los álbumes de Tintín siguen encontrando obstáculos a la hora de ser vendidos en gran parte del mundo.


La creación de un álbum

Hergé es considerado el creador de la técnica de dibujo conocida como “línea clara”, sistema con el que desarrolló sus aventuras. Los pasos que seguía eran los siguientes:

1) Escribía una sinopsis de dos o tres páginas.

2) Procedía a planificar las planchas (páginas), esbozando croquis y tratado de mantener un elemento de suspenso al final de cada una de ellas.

3) Después, en láminas de gran formato, hacía borradores de las páginas, que luego calcaba las veces necesarias para conseguir la versión definitiva.

4) Se insertaban los diálogos y los decorados.

5) Se pasaba a tinta y era enviada a la imprenta.

6) Se aplicaba el color.


Al rehacer las primeras aventuras para su publicación en Le Journal de Tintín, redujo la extensión de páginas, de 100 o 120 a solo 62. Desde ese momento, todos los álbumes de Tintín respetaron ese formato, aunque algunas aventuras se narran en dos álbumes en lugar de en uno solo (como por ejemplo, Objetivo: la Luna y Aterrizaje en la Luna).

El término “línea clara” fue acuñado en 1973 y es la seña de identidad de la llamada “Escuela de Bruselas”. La línea clara descarta los efectos de luz y sombra, las texturas y las graduaciones de color en favor de colores planos, sin matices, agilizando la comprensión de dibujo. El trazo no pretende ser expresivo y es de un espesor idéntico en todos los elementos del dibujo; las viñetas, casi siempre rectangulares, tienen una distribución regular en la página. Los movimientos de los personajes son siempre de izquierda a derecha, en el sentido de la lectura en los países occidentales.


  

Aunque los personajes están a medio camino entre lo realista y lo caricaturesco, los escenarios son minuciosos y repletos de detalles, fruto del trabajo de documentación que llevó a cabo Hergé. Se ha descrito en Las aventuras de Tintín una cierta “obsesión por el objeto”, que llevó al dibujante a dibujar con meticulosa precisión todo tipo de cosas, que configuran lo que el mismo denominó el “museo imaginario de Tintín”. Algunos de estos objetos se han convertido en auténticos iconos del siglo XX, como el cohete lunar a cuadros blancos y rojos de Aterrizaje en la Luna.


  

Tintín Superstar

La repercusión del personaje generó la proliferación de toda clase de productos.

Radio

En 1930 debutó Les Aventures de Tintín, Reporter du Petit Vingtième, serial radiofónico auspiciado por el Vingtiéme Siecle.

Cine

En 1947, el cineasta belga Claude Missone realizó el film El cangrejo de oro, basado en el álbum del mismo nombre, utilizando muñecos filmados con la técnica de “stopmotion” (tal como haría más adelante Aardman Animation Studios para realizar los cortos de Wallace & Gromit).

En 1961 se estrenó Tintín et le mystére de la toisón d’or, filmada por los Estudios Pathé y protagonizada por Jean-Pierre Talbot, un joven que se parecía notablemente a Tintín. En 1964 se estrenó Tintín et les oranges bleues, que derivó en 1965 en una obra de teatro. En ambas ocasiones, Talbot reencarnó al personaje.

Desde 1988, los derechos de filmación de Tintín con actores quedaron en manos de Steven Spielberg, pero diversas trabas legales le impidieron llevar a cabo este proyecto. Recién en 2008 se avanzó en la producción de una trilogía de largometrajes en animación  al asociarse con Peter Jackson para filmar una trilogía cinematográfica sobre el personaje, realizada totalmente en animación computarizada utilizando la técnica de captura de movimiento. En octubre de 2011 se estrenó la primera película, El secreto del unicornio, mezclando los argumentos de los álbumes El secreto del unicornio y El cangrejo de las pinzas de oro. En marzo de 2014 se estrenará la segunda parte, El Templo del Sol, y la tercera a mediados de 2017.


  

El resultado fílmico hasta ahora fue más que aceptable para la crítica y el público, al punto de haber ganado el Golden Globe Awards a Mejor película de animación. También fue nominada a Mejor banda sonora, la cual fue escrita y orquestada por John Williams.

El secreto del unicornio contó con un presupuesto de $135 millones de dólares, y recaudó $372.400.780 millones en todo el mundo. El reparto también fue diverso y con buena aceptación por el público. Tintín fue encarnado Jamie Bell, actor y bailarín británico conocido, entre otras cosas, por el rodaje de la canción Wake me up when September ends de Green Day. El capitán Haddock fue interpretado por Andy Serkis, quién tiene una larga relación laboral con Jackson, ya que interpertó a Gollum en la trilogía de El Señor de los Anillos. Hernández y Fernández fueron interpretados respectivamente por Simon Pegg y Nick Frost, el papel de “villano”, Ivan Ivanovitch Sakharine, recayó en actual 007, Daniel Craig.


Animación

Los Estudios Belvision fueron los primeros en realizar dibujos animados de Tintín. En 1959 estrenó una serie que adaptó siete álbunes, y que tuvo mucho éxito. En 1969 realizaron un largometraje para televisión: El Templo del Sol. Esta película adaptó dos álbunes del personaje: El Templo del Sol (en el que se basa el film) y, en los primeros veinte minutos, Las siete bolas de cristal. Ya que ambos álbunes no tienen relación entre sí, el argumento se vuelve torpe y difícil de entender, pero de todas maneras fue un éxito. En 1974 se estrenó Tintín y los tiburones, que tuvo la novedad de tener un guión propio, sin basarse en ninguna aventura del personaje. Poco después se realizó un álbum para desarrollar esta historia, utilizando imágenes de la película para crear las viñetas, pero hasta hoy sigue siendo visto como un título apócrifo de la colección.

En los años ’90 se realizó una nueva serie animada, co-producida por las compañías Nelvana (canadiense) y Ellipse (francesa). Las aventuras de Tintín está compuesta por 39 episodios de 22 minutos cada uno, que adaptaron 13 guiones de los álbumes de Hergé, por lo que todos los episodios llevan el “continuará” para agilizar la trama de la serie.


Quién es quién en el comic




A continuación, una breve sinopsis de los personajes que aparecieron en las aventuras de Tintín. Todos se han ido incluyendo en los primeros álbumes de la serie; pero después de Aterrizaje en la Luna, Hergé prefirió no incluir ningún personaje nuevo; en consecuencia, en los títulos restantes se plantean situaciones nuevas en lugares ya conocidos.

Tintín es un joven reportero belga que se mete a menudo en problemas por defender causas justas. Su apariencia física y su vestuario apenas cambiaron a lo largo de los años: De baja estatura, es rubio y luce un tupé característico, su principal seña de identidad, junto con los pantalones bombachos que llevó en todos sus álbumes, a excepción del último, Tintín y los “Pícaros”, donde llevó pantalones vaqueros. Siempre fue presentado como periodista de Le Petit Vingtième, pero sólo en Tintín en el país de los soviets se lo vio escribiendo un reportaje. Nunca se explicó nada acerca de su edad, ni sobre sus circunstancias familiares ni afectivas.


Milú (Milou) es un perro Fox-Terrier de pelo duro y blanco, compañero de Tintín a lo largo de la serie. Su nombre original se debe a la primera novia que tuvo Hergé, a los 18 años: Marie-Louise Van Cutsem (llamada cariñosamente Milou). Es la contracara de Tintín, ya que a diferencia de su dueño, es más tranquilo y práctico, prefiriendo jugar a la segura en vez que tomar riesgos. Aun así es valiente y decidido, pero tiene sus debilidades, como su adicción al alcohol.


Dupont et Dupond (Hernández y Fernández)

Son dos agentes de la policía secreta idénticos en aspecto, vestimenta y estupidez. Su única diferencia es la forma del bigote. Aparecieron por primera vez en Los cigarros del faraón, el cuarto álbum de la serie; pero en la reedición a color de Tintín en el Congo, el segundo álbum de la serie, Hergé los hizo aparecer en la primera viñeta. Son tan populares en la serie que fueron personajes invitados en el álbum Astérix en Bélgica (1979), en el que anunciaban la llegada de Julio César a dicho país.


Roberto Rastapopulos es un millonario mafioso y el principal enemigo de Tintín. Sin escrúpulos, es capaz de organizar los más complicados complots para conseguir sus fines. Suele rodearse de gente del mismo estilo, y varias veces está asociado en el crimen con Allan Thompson, otro villano de la serie. Su primera confrontación con Tintín fue en Tintín en América.


Allan Thompson es un mercenario, interesado exclusivamente por el dinero. Debutó en Los cigarros del faraón.


Oliveira da Figueira es un vendedor oriundo de Lisboa que aparece por primera vez en Los cigarros del faraón, pregonando su mercancía en medio del desierto del ficticio país de Khemed. Es muy hábil para la venta y siempre dispuesto a ayudar al protagonista y a invitarle a un vino de Oporto.


Mitsuhirato es un sádico japonés que actúa como agente doble en el libro El Loto Azul. Posee una tienda de moda femenina en Shanghai, pero también está involucrado en el tráfico de drogas bajo el mando de Rastapopoulos, mientras trabaja para el gobierno japonés. Mitsuhirato intentó asesinar a Tintín tratando de inducirle la locura inyectándole el veneno “raijajah”, pero tras fracasar se suicidó haciéndose el hara-kiri.


El General Alcázar es el dirigente de la República de San Theodoros. Llegó al poder tras la revolución en la que derrocó al general Tapioca, su eterno enemigo. En esa situación le conoció Tintín, en La oreja rota, que fue nombrado ayudante de campo del general. Es algo tosco, impulsivo e irascible, y no tiene miedo de nada, excepto de su terrible esposa Peggy.


El doctor J.W. Müller apareció en La isla negra, donde hace de médico mientras se dedica a liderar una banda internacional de falsificadores de moneda.


Bianca Castafiore es el único personaje femenino de la serie, y por lo general no sale bien librada en los guiones de Hergé, lo que le valió en su momento acusaciones de machismo y misoginia. Es una cantante de ópera italiana conocida internacionalmente como el Ruiseñor de Milán; Su especialidad es el Aria de las joyas de la ópera Fausto de Charles Gounod. Siempre viaja acompañada de su secretaria Irma y su pianista Igor Wagner. Su nombre, (blanca casta flor en italiano) es una ironía a su corpulencia y su carácter fuerte y desinhibido. También lo es el apelativo de Ruiseñor de Milán, ya que quienes están a su alrededor (especialmente el capitán Haddock) no aprecian su canto. Al ser la única mujer en la serie, se lo ha señalado como parte se la formación católica de Hergé, además de los rumores que especularon con la homosexualidad del autor y de su personaje principal...


El Capitán Archibald Haddock es el mejor amigo de Tintín. Introducido en El cangrejo de las pinzas de oro como un personaje secundario, el marino se transformó en co-protagonista de la serie. Tras su aparición inicial, Haddock fue ganando protagonismo a lo largo de los álbumes, llegando a eclipsar a Tintín. El nombre de pila del personaje fue dado a conocer recién en 1975, en Tintín y los 'Pícaros'; el apellido del marino surgió en una conversación que Hergé mantuvo con su primera esposa, en la cual ella mencionó que el haddock "era un triste pez inglés". El capitán es descendiente del caballero François de Hadoque, marino al servicio del rey de Francia y enemigo del pirata Rackham el Rojo. Su lenguaje lo ha hecho famoso a este personaje, sobre todo cuando se enoja: “troglodita”, “ectoplasma”, “parásito”, “pirata de carnaval”, etc.


Rackham el Rojo era un pirata que poseía una gran fortuna, la cual le fue arrebatada por Francisco de Hadoque, según el álbum El secreto del Unicornio. El personaje de Rackham el Rojo está inspirado en el pirata real Jack Rackham.


El caballero François de Hadoque era un corsario al mando del barco El Unicornio (La Licorne), que hizo explotar para evitar que cayera en manos de Rackham el Rojo. Vivió en una isla antes de volver a Francia, donde el rey Luis XIV le regaló el castillo de Moulinsart, que siglos más tarde acabaría en manos de su descendiente Haddock.


El profesor Tryphon (Silvestre) Tornasol es un hombre mayor y disminuido físicamente. Su extraña sordera y su ensimismamiento por el trabajo lo llevan siempre a resolver problemas muy complicados, a llevar a cabo grandes descubrimientos científicos o a sacar de quicio al capitán Haddock.


Mohammed Ben Kalish Ezab es el emir gobernante del Khemed, un país ficticio ubicado supuestamente en la península de Arabia.


Abdallah, niño hiperactivo e insoportable, es el hijo del emir Mohammed Ben Kalish Ezab. Es famoso por sus bromas pesadas.




Listado de álbumes de Tintín

Nota 1: las fechas diferencian su edición original de su edición definitiva estándar; es decir, en álbumes de 62 páginas cada una.

Nota 2: las separaciones en la lista son para diferenciar los álbumes unitarios de los dípticos.


Tintín en el país de los Soviets (Tintin au pays des Soviets) (1929-1930; nunca fue redibujado)


Tintín en el Congo (Tintin au Congo) (1930-1931; redibujado en 1946)

Tintín en América (Tintin en Amérique) (1931; redibujado en 1945)


Los cigarros del faraón (Les cigares du Pharaon) (1934; redibujado en 1955)

El Loto Azul (Le lotus bleu) (1936; redibujado en 1946)


La oreja rota (L'oreille cassée) (1938; redibujado en 1943)

La isla negra (L'île noire) (1938; redibujado en 1943)

El cetro de Ottokar (Le sceptre d'Ottokar) (1939; redibujado en 1947)

El cangrejo de las pinzas de oro (Le crabe aux pinces d'or) (1941; redibujado en 1943)

La estrella misteriosa (L'étoile mystérieuse) (1942)


El secreto del Unicornio (Le secret de la Licorne) (1943)

El tesoro de Rackham el Rojo (Le trésor de Rackham le rouge) (1944)


Las siete bolas de cristal (Les 7 boules de cristal) (1948)

El templo del sol (Le temple du soleil) (1949)


Tintín en el país del oro negro (Au pays de l'or noir) (1950)


Objetivo: la Luna (Objectif Lune) (1953)

Aterrizaje en la Luna (On a marché sur la Lune) (1954)


El asunto Tornasol (L'affaire Tournesol) (1956)

Stock de coque (Coke en stock) (1958)

Tintín en el Tíbet (Tintin au Tibet) (1960)

Las joyas de la Castafiore (Les bijoux de la Castafiore) (1963)

Vuelo 714 para Sydney (Vol 714 pour Sydney) (1968)

Tintín y los ‘‘Pícaros’’ (Tintin et les Picaros) (1976)

Tintín y el Arte-Alfa (Tintin et l'Alph-Art) (1986 en su versión inconclusa; 2004 en la edición completa)